Kirby, la bolita rosa mona de Nintendo ha regresado para Wii y lo ha hecho por todo lo grande en un mundo de fantasía conocido como Textilia donde, después de un percance, este adorable personaje no cuenta con sus poderes de siempre, aunque sí con otros nuevos debido a su apariencia en Kirby’s Epic Yarn, para volverse a enfrentar a su archienemigo, King Dededee, para traer la paz de nuevo a un mundo de ensueño que nada tiene que envidiar a Dream Land.
Tan igual y tan distinto.
En esta ocasión, Kirby termina siendo una bola hilvanada que usará su brazo como látigo para azotar a sus enemigos o agarrarse a sitios para balancearse y alcanzar nuevas plataformas, estamos ante un juego de plataformeo en 2D puro y duro, muy bonito y con multitud de fases divididas en mundos, del mismo modo que ya sucedía en sus aventuras anteriores, con la salvedad de que esta vez no vuela así como tampoco es capaz de absorber a los demás seres para hacerse con sus poderes o lanzarlos como una bola, por contra, hará un ovillo de ellos para lanzarlos contra paredes, salientes u otros rivales.
En cuanto su control, nos daremos cuenta enseguida de que se ha optado por la sencillez y la continuidad, puesto que utilizaremos el mando de Wii de lado con tan sólo la cruceta más los botones 1 y 2 para realizar las acciones de salto y ataque; excepto en alguna ocasión que su movimiento sea necesario en según qué transformaciones del esponjoso protagonista.
Una respuesta a “(Análisis) Kirby’s Epic Yarn”