Trinity Universe es un título en el que se unen, tal como se intuye por el nombre, tres universos distintos: el de NIS, el de Gust y uno completamente nuevo con personajes nunca antes vistos en ningún otro videojuego.
Se trata por tanto de uno de estos juegos spinoff imprescindible para los fans de Disgaea o la saga Atelier, y que servirá de acercamiento a todos aquellos que aún no hayan tenido oportunidad de jugar a esos otros juegos, ya que, aunque la personalidad de los personajes es tal cual se les conoce y actúan de la manera en que fueron ideados al ser concebidos, no es necesario saber nada de ellos, puesto que no se abusa de los guiños que sólo los seguidores puedan entender; si bien, por otra parte, claramente uno puede reírse más al ver de nuevo a Etna explotando al Prinny de turno o viendo cómo Pamela, la fantasma recurrente de los Atelier, disfruta asustando a la gente.
Historia a dos bandas.
En la historia, dividida por capítulos, podremos jugar como Kanata, o Rizelea, aunque en cualquiera de los dos casos, ambos grupos que lleve cada cual terminan por unirse hacia el final de la trama.
El argumento queda cortado e inconcluso en caso de que el jugador no desbloquee el final verdadero, aunque de cualquier modo podemos anticiparos que va sobre el sacrificio que parece ser que debe hacer Kanata para salvar al mundo, del mismo modo que lo realizó su padre, el padre de éste y así sucesivamente. Por otra parte, como este muchacho tiene sus dudas, Rizelea trata de forzarle al sacrificio con tal de salvar al mundo, hasta que descubren que realmente buscan lo mismo aunque de diferente forma, por lo que unen sus fuerzas.
Wenas. Después de leer varios análisis desastrosos acerca de éste juego, pot fin encuentro uno que haya estado escrito con objetitividad y sin insultar éste tipi de juegos, así que felicidades por ello. Por otro lado, estoy jugando éstos días al TU y es más entretenido de lo que me esperaba, dejándome con moni si estoy sin él más de 6 horas.
Un saludo.
Es que es un juego que sorprende. Yo tampoco esperaba que fuese a echar tantas horas con él como eché finalmente.