(Análisis) Uncharted 3: La Traición de Drake

Tras buscar el mítico El Dorado a partir del diario de Sir Francis Drake en la primera entrega, y el reino mítico de Shangri-La en la segunda buscando la flota perdida de Marco Polo, ahora se trata de descubrir los secretos que comparten Francis Drake, Lawrence de Arabia y una sociedad secreta con siglos de antigüedad.

Uncharted 3 es un juego creado por Naugthy Dog en exclusiva para PlayStation 3, que salió a la venta en Europa el pasado 2 de noviembre. El estilo de juego mezcla la acción y los tiros en tercera persona y la exploración y escalada por el escenario, consiguiendo el efecto de película de aventuras. Esto se reafirma con dos aspectos del juego: la estupenda banda sonora que acompaña al título y que es digna de la mejor de las superproducciones de Hollywood, y que haya incluso más acción que en la segunda entrega, relegando la exploración y la escalada a un discreto segundo plano.

En esta entrega, el jugador se encuentra ante el «peor» juego de Uncharted hasta la fecha. Entrecomillado, ya que siendo los otros dos juegos considerados obras maestras, este «peor» Uncharted 3 puede igualmente ser un buen juego. Que lo es.

Aunque sus gráficos son impecables, no hay en esta ocasión un salto de calidad comparable al que hubo de Uncharted a Uncharted 2. Esto desilusionó a muchos fans, quizás por culpa de algunos vídeos pre-renderizados y filtrados que distribuyó Naughty Dog al anunciar el juego y que, por primera vez, no estaba movido por el motor del juego, como es habitual en Uncharted. Eso sí, el vídeo aparece en la versión final del juego, y allí sí que se nota el enorme salto y se puede entender por qué mucha gente se sintió un poco decepcionada.

Mención especial merece el modo 3D de este juego, que luce espectacular aunque provoque una pequeña caída del framerate que, aunque se nota, no entorpece la partida.

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