burnout crash

(Análisis) Burnout Crash

burnout crash

Burnout Crash es lo que  muchos esperábamos en cierto modo, que se le diera más protagonismo nuevamente a lo arcade en esta saga de Criterion Games y que hubiera más fases de explosiones, aunque finalmente en éste todo son explosiones y no hay por ejemplo carreras, eliminatorios o takedowns, sólo locura y estadillos que, no os equivoquéis, no pueden hacerse en todo momento ni tampoco a lo loco sin pensar, o fracasarás en la misión.

Ha salido para Xbox 360, con compatibilidad para Kinect y también para PlayStation 3 y ambas versiones, salvo por lo de Kinect que es extra para jugar de una manera distinta haciéndolo en grupo y dejando así de lado el jugar en solitario, son idénticas.

Tres modos de juego.

Burnout Crash se nos presenta como un título con tres modos de juego dentro de lo que sería el crash de toda la vida con ciertas variantes, como el que una barra se va cargando para avisarnos de cuándo podemos explotar después de habernos comido ya algún vehículo en una de sus muchas intersecciones, es más, podemos explotar numerosas veces, hasta que o bien «nos pasamos» la fase o «nos matan».

Otra cosa que tienen en común los tres modos de juego es que en cualquiera de ellos lo más importante es sacar cuantos más puntos mejor y además, intentar cumplir unos objetivos propios de esa fase en cuestión para así obtener estrellas con las que poder acceder más adelante a nuevas intersecciones sin quedarnos siempre en la misma.

Una respuesta a “(Análisis) Burnout Crash”

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.