(Análisis) Little Big Planet Karting

Sackboy se ha convertido en muy poco tiempo en un icono para Sony, desde que Media Molecule diera el campanazo con Little Big Planet, ya son varios los juegos en los que él ha aparecido y aunque existían un par de Modnation Racers que básicamente seguían con la filosofía de LBP con otros muñecos de trapo diferente, el «original» aún no había estado tal cual en su propio juego de karts, hasta ahora con Little Big Planet Karting, otra nueva apuesta que llega a tiempo para estas navidades.

Este videojuego de conducción en el que iremos siempre sobre un kart que puede estar montado un poco a nuestro gusto y yendo con un Sackboy (o Sackgirl) personalizados también a través de trajes que tengamos de anteriores juegos de la saga o que consigamos en éste a base de jugar y desbloquearlos, tendremos también los eslógan de la franquicia: crear, compartir y disfrutar, ya que aunque hay un extenso modo historia con carreras por un montón de escenarios diferentes tanto contra la IA como contra gente en el online, también podremos editar y crear nuestros propios circuitos o incluso juegos diferentes con las herramientas que tenemos a nuestra disposición en el editor que son básicamente las que conocemos ya de la saga, pero ahora preparadas para que toda la creación sea en tres dimensiones en lugar de en la ya habitual 2,5D en la que nos movíamos de plano hacia delante y hacia atrás.

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