[Análisis] Mary Skelter Nightmares

En pleno apogeo de la explotación de los cuentos tradicionales mediante obras nuevas en las que los personajes habitan en nuevos mundos y se comportan de un modo completamente diferente a como lo hacían cuando fueron concebidos, interactuando incluso con otros seres de otros cuentos, nos ha llegado recientemente Mary Skelter Nightmares, otra reinvención algo oscura (sin llegar al nivel de Mc Gee con su serie de Alice o con sus nuevos relatos pintorescos basados en los originales de los hermanos Grimm) en la que nos encontramos a personajes como Rapunzel (con una aparición también en Catherine, por ejemplo) Blancanieves, Caperucita roja, Cenicienta, Gretel, Kaguya, Bella Durmiente o Alice; todo personajes femeninos salvo por el héroe, Jack, que tiene su razón como único chico al que llevar de aventuras dentro de esta historia que nos obliga a vagar dentro de infernales laberintos en un juego de estilo dungeon crawler.

La humanidad se encuentra recluida en la historia de este título exclusivo de PS Vita. En una cárcel a 666 metros bajo tierra, habitan los pocos humanos que aún quedan con vida, sufriendo tormentos diarios. Un día Alice (Alicia en el País de las Maravillas) y Jack (Jack y el melocotón gigante) consiguen llegar hasta un distrito liberado en el que las Blood Maidens (a las que pronto se une la propia Alice como una más) hacen cuanto está en sus manos para salir adelante. Jack, el protagonista, si bien no podrá luchar, será vital para ellas ya que tiene sus propias habilidades y es capaz por ejemplo de utilizar objetos sobre las chicas o ponerse como escudo para que ellas no sufran daño, al menos hasta que él quede inconsciente.

La historia no deja de ser una excusa para adentrarnos en unos laberintos oscuros, con la finalidad de aterrorizarnos con sus sorpresas, pero que a lo más  que llegan es a agobiar y angustiar por su estructura y sus enemigos. Tenemos alguna que otra trampa que esquivar en ocasiones completamente a ciegas, sobre todo con los desquiciantes momentos en que aparece una pesadilla, puzles la mar de sencillos y sobre todo, laberintos que prácticamente parecen clónicos unos de otros en lugar de estar en zonas bien definidas según nos movemos por ellas, en parte, la culpa de esto la tiene el apartado gráfico, donde parece que todos los esfuerzos estuvieron destinados a los diseños de los personajes, con cierto brillo, colores equilibrados y acertados, un estilo moe con esos ojos enormes y esas caritas de niña buena que lo caracteriza… porque las mazmorras son simplemente capas de grises con negro, pasillos clónicos y alguna que otra puerta e interruptores variados para que así tengamos que andar a ciegas descubriendo qué puerta se ha abierto y darnos prisa en ello, porque a los pocos segundos se cerrará otra vez y no podremos cruzarla.

Los únicos aspectos positivos de Mary Skelter Nightmares, una vez descubierto que el tema de los cuentos no es más que un mero gancho, son precisamente los diseños de personajes y las voces que estos tienen en japonés (no se puede decir lo mismo de las inglesas). Su estilo de combate, por turnos, marcándosenos siempre a quién le tocará según la velocidad de cada cual, no tiene demasiadas habilidades y estilos de lucha con los que crear estrategias ni siquiera cuando nos adentramos de lleno en su sistema de trabajos. Esto viene dado de que todas las clases valen un poco para todo y no están realmente centradas en su rol, todos los personajes son mixtos aunque pretendas tener un curandero puro o un buen tanque que resista cualquier golpe y, de todas formas, para comerse un buen leñazo tenemos a Jack, aunque eso impida que, durante ese mismo combate, podamos hacer algún uso más de él si se queda inconsciente. Del mismo modo que en otros juegos tenemos habilidades especiales que se cargan cumpliendo ciertos requisitos (y que suelen estar vinculados con recibir bastantes golpes o infligir muchísimo daño hasta cargar una barra) en Mary Skelter Nightmares tenemos también un sistema que aunque no es comparable a cosas como los místicos de la serie Tales of, los límites de Final Fantasy VII o la bravura de Final Fantasy IX, hacen que por un turno podamos realizar algo distinto a lo habitual pero no es tan potente como debería para tratarse de una cosa especial y el hecho de que las chicas tengan que pasarse la lengua por el cuerpo sigue siendo algo bastante gratuito.

5

Conclusiones:

Tenemos una cantidad enorme de juegos pertenecientes a este mismo género que están por encima, sin ir más lejos, Demon Gaze o Conception II comparten el tener una estética moe en los personajes y laberintos variados, pero estos bien realizados en lugar de ser meros clones como en Mary Skelter Nightmares. Si buscamos algo que también encaje con la perversión, podemos echarle un buen vicio a Criminal Girls o irnos directamente a Rance VI (PC y no PS Vita como los anteriores mencionados), para tener ya un hentai en condiciones y no andarnos con medias tintas. Una lástima que lo prometedor que parecía Mary Skelter se haya quedado en agua de borrajas porque es tan solo un pequeño entretenimiento sin ningún gran aliciente, ni siquiera a la hora de contentar a las chicas en sus habitaciones, porque cuando vemos las pocas posibilidades reales a la hora de combatir y todo lo que conlleva moverse por esos infernales laberintos, da lástima ver que no se haya aprovechado más la historia o que no esté todo más currado, que sea simplemente luchar con cualquier personaje, sin currarse nada de él, sin desafíos reales.

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