(Análisis) Shienryu

Ya os hemos contado cómo va el conseguir bombas, lo que no sabéis es que hay diferentes tipos de disparo, tres en total. Siendo el primero de ellos uno con disparos de balas normales, el segundo tirando rayos a los enemigos que haya en la pantalla en ese momento hasta que los matemos y con el tercero tendremos cohetes que van automáticamente dirigidos o hacia arriba o hacia donde noten enemigos en caso de que todo recto no haya ni uno. La gracia está en que para cada tipo de disparo hay un tipo de bomba, lo cual es muy interesante y entretenido, ya que cada una funciona de una manera, aunque todas nos cubran durante un momento de lo que pudiera venírsenos encima.

Aparte de los disparos distintos, también hay power ups, es decir, potenciadores de fuerza y también de velocidad y para esto hay un límite, como es natural, ya que ni vamos a ser más poderosos de la cuenta ni tampoco vamos a movernos a una velocidad que ni controlemos. En cuanto que ya tengamos todos los power up se nos irán dando puntos a cada extra que consigamos. Si morimos una vida, nos quedamos sin estos potenciadores.

En estos juegos siempre lo que uno piensa es en superar la puntuación máxima o como poco en ir poniendo su nombre en la tabla clasificatoria, lo cual es algo que ya va implícito en el tipo de juego y que aparte es un entretenimiento tremendo en los salones recreativos para desbancar al resto de gente del barrio -algo que lamentablemente en nuestro país se ha perdido prácticamente-. Por supuesto, Shienryu no es una excepción y tiene ese telón de fondo que son los puntos y la competitividad, incluso en el caso de que uno esté jugando una partida cooperativa con un compañero ya que cada uno tendrá sus puntos e incluso por separado tendrán sus recompensas al superar las fases en función de lo que hayan hecho en cuanto a número de bajas, si ellos mismos han muerto o no, el número de bombas que tengan en su poder…

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.