(Análisis) PlayStation All-Stars Battle Royale

Estas navidades, los fans de PlayStation tienen un nuevo juego que mezcla a un montón de personajes de la casa (o que hayan estado al menos en ella) para que luchen entre sí en una batalla en la que, en teoría, todos juegan con las mismas posibilidades y con un poder parecido, aunque con un estilo muy diferente.

PlayStation All-Stars Battle Royale es un título centrado en el multijugador que ha salido para PS3 y PS Vita con las más que conocidas ahora (por nuevas que sean) opciones cross que pueden marear un poco si se citan todas, pero que vienen siendo para comprar el título en PS3 y tenerlo en PS Vita sin pagar más y para poder jugar a la vez con ambas consolas realizando enfrentamientos cruzados y también para llevar los datos de una a la otra sin problemas.

El estilo de juego de ir todos contra todos con personajes mezclados en el mismo saco que sean importantes dentro de PlayStation o queridos por los desarrolladores que se hayan matado para meterlos dentro (como con Heihachi de Tekken o Dante de Devil May Cry) a todo el mundo le recuerda a Smash Bros y es que no hay mejor forma de decir rápido lo que nos encontraremos ahí. Un sistema de combates simplificado, algunos objetos, poderes especiales y muchas tortas en un juego centrado en el multijugador. Sin embargo, después no es tan igual al juego de la competencia, ya que aquí por ejemplo el sistema de puntos y de daño es completamente distinto y al final la manera de jugar también, auque todo se puede quedar perfectamente en darle a un botón todo el rato hasta que hagamos la magia y de ese modo se ganan muchísimas partidas (verídico) porque dentro de un mismo personaje no está muy calibrado el andar haciendo combinaciones para que salgan combos, si no más bien ir dando siempre a lo mismo mientras saltamos y nos movemos para esquivar a los demás o acercarnos a ellos.

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