Animal Crossing para 3DS es uno de los lanzamientos más esperados para esta consola.
Este título ya cosechó un enorme éxito en occidente con su entrega de Gamecube y se consolidó como algo grande y diferente tanto en la de DS como en la de Wii y ahora pretende pegar un cambio en su concepto, manteniendo su esencia.
Esta saga, ya desde su nacimiento, trataba sobre vivir en un pequeño pueblo, seguir el día a día consiguiendo dinero para pagar la hipoteca, amueblándola al gusto de cada uno, colaborando para completar el museo de fósiles (excavamos para ello), insectos (los atrapamos con ayuda de una red) y peces (los pescamos en río y mar). En definitiva, iba, y va, sobre llevar una apacible vida con socialización tanto en charlas como en hacer favores, ir de compras, arreglar la casa, mantenerla limpia para evitar problemas con cucarachas, etc.
Ahora eso sigue siendo así, pero antes había un personaje muy divertido, Tórtimer, una tortuga anciana que era siempre el alcalde del lugar al que fuéramos a hacer nuestra vida de manera independiente o bien compartiendo piso con otra persona. Para este nuevo juego, no sabemos qué papel podría desempeñar ese personaje -que era de los fijos ya del juego junto con Tom Nook, Hermanas Manitas, Ladino o Sócrates, entre otros y no contaba como un vecino más de esos que se mudan y no tienen un papel marcado-. Esto se debe a que ahora desempeñaremos el papel de alcalde y entonces, Tórtimer quizás podría ser concejal, alcalde retirado o directamente no aparecer, perdiéndonos por tanto sus bromas en fiestas especiales del calendario o en los concursos de pesca e insectos.
Además de eso, también sabemos que habrá otras novedades como el podernos sentar en un banco en la calle que nosotros mismos hemos construido para saludar a un vecino y hacernos amigos de éste, además ya no vivirán todos solos reuniéndose tan sólo para fiestas de cumpleaños, sino que habrá algunos que tengan algún compañero. Vuelven las tiendas de campaña, pese a desconocer si eso implica que nos vayamos de acampada o que vengan visitantes temporales al pueblo, tal como ya sucedía en la versión de Gamecube.