Forza Motorsport, la gran saga para Xbox 360 de conducción de tipo simulador a la que siempre se ha comparado con otra grande para la rival, con Gran Turismo.
Dicha comparación es de lo más normal cuando son las únicas dos lo bastante importantes en consola como para que todo el mundo hable de ellas. Ambas tienen una enorme calidad y sendos estudios (Turn 10 y Poliphony Digital) se lo curran para que sus apartados gráficos sean lo más de lo más, sus físicas lo más realistas posibles, se utilice circuitos que existen de verdad, coches de todo tipo y de cuantas más marcas mejor, para que uno pueda tanto manejar un coche normal como uno que sea considerado un lujo, fuera del alcance del poder adquisitivo de todo el mundo, es más, sólo al de unos cuantos.
Como ya es habitual en la saga, hay numerosos coches para, según su marca y prestaciones, poder acceder a todo tipo de competiciones. De tracción trasera, delantera o a cuatro ruedas, por marca, por modelo, por país de origen, por nivel de conductor, por nivel de coche… vamos, que hay opciones para dar y tomar y así, también, se nos obliga a que no nos estanquemos en usar siempre un mismo coche y variemos un poco, aunque al mismo tiempo hay bastante flexibilidad gracias al extenso catálogo y a que todos los vehículos pueden englobarse en varias categorías.
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