La semana que viene, los europeos aficionados a los rpg de acción tienen una cita con Adol Christin, ya que, tras años sin recibir en nuestro continente ni un juego de Ys, tras el único que se atrevió a traer Konami, llega tanto a tiendas físicas como a la PSN, la nueva entrega de esta franquicia tan querida por los dueños de su IP y desarrolladores de la mayoría de títulos. De un tiempo a esta parte, en XSEED se han estado dedicando a traer cada versión portátil de esta franquicia al continente americano y ahora, en el caso de Ys: Memories of Celceta (イース セルセタの樹海) los del viejo continente no nos quedamos sin él gracias al interés de NISA por volcarse con nuestro mercado, mimándonos con tantos juegos de nicho, que nunca antes hemos estado tan cuidados.
Antes comentábamos que los que tienen los derechos sobre esta franquicia no se habían encargado de todos los títulos y precisamente es en la cuarta entrega donde hace muchos años metieron mano otros para sacar dos versiones diferentes, cada uno a su modo. Los primeros fueron los chicos de Tonkin House, mientras que después llegaron los de Hudson aunque, no contentos con que quedara todo confuso en esta historia con una cronología algo confusa y con un universo con distintos periodos y con el mismo protagonista (a lo Link de The Legend of Zelda) han aprovechado el lanzamiento de la nueva portátil de Sony para trabajar en la que es la tercera versión de lo que vendría siendo Ys IV en lo que ahora ha pasado a formar parte de manera oficial de todo ese cúmulo de aventuras del pelirrojo más desmemoriado de todos los tiempos, con permiso de Alundra y de tantos otros protagonistas amnésicos que han caminado por la pasarela del olvido en esto del videojuego.
En Ys: Memories of Celceta se nos encomendará la misión de adentrarnos en el bosque de Celceta, ya que Adol termina, no sabe cómo, en un pueblecito donde parece ser que no tienen ni idea de qué hay más allá de las cercanías, y no tardaremos en descubrir que ese mismo desconocimiento sobre el resto de lugares, civilización y costumbres son un mal común en todo sitio que pisamos. Con la excusa del mapa, se irá desarrollando paralelamente una historia según Adol va recuperando sus recuerdos al tocar orbes que hay esparcidos por doquier y, al hacer esto, además de ver flashbacks e incluso participar en alguno de ellos, nuestro personaje recuperará parte del poder que se había evaporado junto con esas vivencias que antes habían tenido un hueco en su mente.
Aunque de primeras pudiéramos pensar que al tener que pintar todo un mapa de todo el bosque tendríamos total libertad para movernos en algo así como un mundo abierto, en realidad es semiabierto, ya que habrá zonas a las que no podremos acceder al estar selladas por un hechizo, llenas de boquetes insorteables o con objetos que nos impiden el paso. Poco a poco, según avancemos y conozcamos al resto de integrantes del grupo, la cosa cambiará y al tirar de la habilidad única de cada uno de ellos podremos beneficiarnos abriendo cofres bloqueados, haciendo caer objetos sobre los agujeros que antes éramos incapaces de pasar, o haciendo uso de la magia para evitar morir atravesados por un rayo en un lugar tormentoso que se parecía horrores al de Final Fantasy X.
Cada personaje, además de esas habilidades únicas que ningún otro tendrá, tiene también su estilo de lucha y podremos ir con hasta tres personajes simultáneamente en pantalla para cambiar entre ellos a tiempo real para atacar a los enemigos, según la estrategia que queramos llevar a cabo, o simplemente para aprovechar esa habilidad de la que hablábamos para seguir adelante por el bosque o por cualquiera de las mazmorras. Si ya sorprende lo inmediato del cambio de personaje y lo bien indicado que está en cada momento quién somos o dónde estamos, unido a una cámara que siempre nos acompaña sin dejarnos vendidos jamás, tenemos también multitud de funciones y atajos táctiles la mar de cómodos e intuitivos para que no se nos rompa el ritmo por ejemplo a la hora de usar un objeto de curación, de equiparnos, o de sacar a un personaje de reserva.
Ys: Memories of Celceta tiene muchísimos extras y un montón de pequeños detalles que lo hacen memorable. Por ejemplo tenemos a los personajes Sancho y Panza o a Pedro Aranas, sacado por el cuento tradicional de Pedro y el lobo. Por otro lado, entre diálogos e historietas varias, podemos sintetizar objetos, intercambiarlos, tirar de la compraventa, etc. aunque no es demasiado justo el sistema de mejora de equipamiento en cuanto a que podemos subir algo a tope con un coste elevadísimo para comprarnos a continuación, en nuestra siguiente parada, algo que ya de base es mucho mejor que lo que llevábamos equipado, salvo, quizás, porque no tiene un porcentaje tan elevado a a hora de infligir estados alterados a los enemigos.
8,3
Conclusiones:
Ys: Memories of Celceta es una opción más que buena para cualquier usuario de PS Vita que disfrute con los rpg. Su historia no tiene grandes giros inesperados, pero jugablemente ofrece un gran abanico de posibilidades a la hora de no obligársenos ni siquiera a estar encadenados a un protagonista desde el que podremos responder un poco a algunas de las cuestiones que se nos planteen, aunque sin cambiar para nada lo que ocurra en función de nuestras respuestas e incluso dándosenos a veces frases que quieren decir lo mismo con otras palabras. Ys: Memories of Celceta es un rpg de duración media, con una gran fluidez en sus combates y muchísimas habilidades que equiparnos en cada uno de los personajes, por lo que, no habrá personajes clónicos a pesar de haber tres tipos de ataques y de que cada personaje tenga como punto fuerte uno. Lo que sí echarán en falta los auténticos fans de los jrpg son las voces originales ya que tan solo están incluidas las inglesas que, aunque no están nada mal, no habría estado de más tener un selector de audio.
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