Los chicos de Jast USA han ampliado recientemente su catálogo con una visual novel que nos llega de dos maneras: con hentai o para todos los públicos. En Japón, donde ha sido creada, tan solo existe la versión completa, sin tijeretazo y allí se llama Girlish Grimoire Littlewitch Romanesque (少女魔法学 リトルウィッチロマネスク) mientras que fuera de allí, tendremos la versión adulta en la web de la editora occidental bajo el nombre de Girlish Grimoire Littlewitch Romanesque: Editio Perfecta, mientras que la otra, más familiar, está como Girlish Grimoire Littlewitch Romanesque: Editio Regia en Steam.
Aquí en SavePoint le hemos pegado tres vueltas completas a la Editio Perfecta, pero como todo el porno es completamente extra dentro de su modo historia (y un añadido aún mayor en los extras que se desbloquean después con historias añadidas) nuestro análisis os sirve tanto a los que hayáis echado un ojo a Girlish Grimoire Littlewitch Romanesque: Editio Perfecta como a Girlish Grimoire Littlewitch Romanesque: Editio Regia.
Aprendices de magia de lo más traviesas.
Yoda, Merlín, Yen Sid… todos tienen en común que tenían la dura labor de encargarse de sus pupilos para adoctrinarles en las artes místicas, llámese a esto «fuerza», «magia» o lo que uno prefiera. En Girlish Grimoire Littlewitch Romanesque nos meteremos en la túnica de Domino, un archimago con un gran poder y una capacidad sin igual que quiere investigar una misteriosa torre casi infinita, pero desde la sede de lo que vendría siendo el Colegio de Magos (una especie de escuela como Hogwarts en Harry Potter) le ponen una condición: que sea el tutor de un par de alumnas conflictivas y con pocas dotes para la magia, a las que deberá adiestrar durante tres años en los que, de manera anual, deberán superar unos exámenes con unos requisitos mínimos para que él pueda seguir teniendo esos privilegios de estar a sus anchas en aquel lugar tan remoto.
Como si de un Atelier se tratase, tendremos que estar atentos al paso del tiempo, ya que si no cumplimos con lo que se nos pide para la fecha acordada (la cuarta semana del decimotercer mes de cada uno de los tres años) se nos desbloqueará el final malo y no se nos permitirá continuar con la historia, aunque siempre podremos utilizar un punto de guardado anterior o empezar una partida nueva plus con los hechizos ya asimilados de manera mecánica, aunque no estén como aprendidos dentro de los árboles en los que se sitúan cada uno en su rama, o parte de la diversión y dificultad se iría al garete ya que todo se basa en función a ello.
A la historia principal de Domino como mentor de Aria y Kaya se unen muchas historias secundarias y muchos capítulos sueltos en la vida de este curioso mago, durante la estancia de todos ellos (y unas cuantas invitadas más) en su refugio con centenares de salas, pero, además, una vez superada la historia, tendremos más historieta de algunas de esos personajes en una sección de extras que tan solo existe en la edición hentai al estar repletos esos relatos de escarceos amorosos.
La suerte se puede —y debe— alterar.
Girlish Grimoire Littlewitch Romanesque es una visual novel bastante diferente. Nuestras decisiones no vendrán en forma de oraciones para que hagamos click en la que nos parezca mejor en cada momento, de hecho no hay rutas ni nada por el estilo, aunque la afinidad de Domino con las mujeres de su torre sí crecerá dependiendo de las visitas que éste realice a los lugares en los que ellas se encuentras y en esto participaremos nosotros de manera directa mediante la elección, la que tomaremos a la hora de aprender unos hechizos con prioridad sobre otros para ir a hacer unas quests y no otras ya que, por lo menos de primeras, nos será completamente imposible llegar a aprender todos los hechizos con cada niña en las fechas previstas antes de que se pase el límite de tiempo en las distintas misiones a las que les pudiéramos ordenar ir.
Sin embargo el tema de los hechizos no vale tan solo para abrirnos la puerta a esas historias con las que conocer al resto de personajes y ver a Domino por ahí, a veces con resultados sexuales satisfactorios pillados con pinzas, sino que con ellos también podremos controlar el flujo de los momentos de entrenamiento para conseguir las monedas de cambio por nuevos hechizos del árbol, es decir, que si utilizamos hechizos durante el entrenamiento, podremos hacer que nuestras tiradas en los dados no fallen, aunque todo tiene un precio y no podemos abusar de ese sistema o nos veremos con que realmente no hemos mejorado nada y que perdemos las semanas sin parar, provocando así probablemente un desenlace que no nos satisfaría, pero si no forzamos ninguno y tenemos la mala suerte de que no se desbloquee nada automáticamente, tampoco es que nos vayamos a beneficiar, por lo que lo mejor es alterar el flujo de esa suerte y, sobre todo, fijarnos en quién queremos que sea nuestro profesor temporal y dónde daremos las clases, porque dependiendo de todo eso, nuestros resultados irán por una vertiente o por otra.
En toda novela visual uno ha de fijarse no solo en la historia, que es bastante entretenido en Girlish Grimoire Littlewitch Romanesque con todos sus minicapítulos, sino que también lo hace en su parte visual en la éste juego destaca notablemente con los diseños de Oyari Ashito, del que tenemos por ejemplo Eiyuu Senki, pero que sobre todo es muy popular en Japón al publicar continuamente doujins tanto hentai como para todos los públicos y por realizar fanarts de cosas varias que le chiflan cono Sherlock o Kill la Kill. En sus diseños utiliza tonos pastel en los coloreados en el caso de este juego y todos sus personajes son bien distintos, teniendo tanto a chicas voluptuosas, como a otras más bien planas y sin curvas, pero todo es muy moe. Pero como estamos ante un producto audiovisual y no es simplemente una novela sin más en la que también hay parte de juego, también debemos comentar que nos ha llegado con su doblaje original en japonés y con una música que encaja bien con este mundo de fantasía que se plasma.
7,2
Conclusiones:
En Girlish Grimoire Littlewitch Romanesque nos encontramos con una visual novel atípica, ya que tenemos que currárnoslo para decidir en qué gastar el tiempo con las discípulas de Domino, si hacer que vayan practicando la magia, hacer que aprendan hechizos tras haberlas hecho pasar por esas clases teóricas o enviarlas de misión para que hagan uso de todos esos conjuros que son capaces de realizar. Aunque la lógica nos diría que lo mejor es hacer las cosas en ese orden, a veces lo alteraremos, ya que no son pocos los caminos a tomar una vez en faena y con cada uno de ellos tenemos nuevas historietas que leer, con algunas añadidas que desbloquearemos en cuanto que superemos el modo historia por ver primera. Una visual novel diferente y entretenida, pero en la que sus partes hentai suelen estar de pegote.