El fin de semana pasado ha tenido lugar una nueva edición de Expomanga, la feria madrileña dedicada al manga que lleva celebrándose anualmente desde 2002 y que esta vez se ha desplazado hasta el pabellón 12 de IFEMA, donde no sólo se ha contado con más espacio, sino también con un 10% más de asistentes que en 2015, calculándose más de 50.000.
Aunque había más metros cuadrados, la distribución no estaba muy bien pensada, de modo que aunque podía pasearse sin llevarse demasiados empujones e incluso había un sastre para realizar remiendos express a los cosplays que sufrieran daños, no había un espacio acorde separado para los escenarios, la zona de juegos o la sala de proyecciones. Todas esas cosas estaban metidas, mezcladas con todo lo de más, de manera que los que querían dar una vuelta o hacer compras podían sentirse molestos por los que estaban alrededor de alguno de los escenarios (especialmente del secundario) o al revés, ya que se contaba con muy poco espacio para moverse mientras había algún tipo de concurso o concierto con el que el público quisiera mostrar su afecto pegando saltos.
Continuamente ha habido charlas, conferencias, firmas y proyecciones de anime, para quien no pudiera participar en las actividades que iban teniendo lugar, repartidas entre diferentes asociaciones y escuelas, en las que se contaba con muy pocas plazas. Por supuesto, al tratarse de un expomanga, estaba el factor expositivo y había un par de exposiciones con diferentes originales, teniendo así por ejemplo una de anime cels y otra de páginas de la estrella indiscutible del Salón: Masasumi Kakizaki, un autor japonés que estaba en plena campaña de Bestiarius y al que había traído Milky Way, ya que es la editorial que está publicando esa serie en España y que antes había sacado también Hideout o Green Blood. Kakizaki-Sensei estuvo muy abierto y receptivo durante todos los días, atendiendo a cada fan que se le acercaba y haciéndole a cada uno un dibujo en las láminas que estaban preparadas, en principio, tan solo para haber recibido su firma; además, tuvo un encuentro adicional fuera de sus sesiones de firmas y hasta dio una clase maestra contando cosas sobre cómo puede llegar a trabajar 20 horas diarias, aunque quizás lo más murmurado fue cómo puede dibujar con tanta precisión y elegancia con líquido corrector.
La gran olvidada de una feria que prácticamente estaba volcada en el tema del cosplay, fueron los videojuegos y es que éstos tan solo se veían en algunas consolas puestas en el medio, en un lugar poco cómodo para jugar. No hubo ninguna compañía presente, salvo por Nintendo con unas láminas en un stand, retirado y bastante tapado, de Inazuma Eleven, para quien quisiera colorear un poco, durante un rato, tras haber comprobado que a pesar de haber más metros cuadrados, siempre había falta de espacio en cada rincón, incluso en las tiendas que lo abarrotaban todo sin siquiera contar con ofertas demasiado tentadoras, en la mayoría de casos.
Esperemos que para el siguiente evento, Expocómic (los días 3 y 4 de diciembre), la organización saque mejor partido del espacio, aumenten el número de actividades y plazas en consecuencia y que se animen a llevar bastantes autores invitados, ya que aquí no eran muy numerosos, aunque sí de calidad y conocidos dentro de nuestro territorio.
Como sabemos que queréis ver imágenes de algunos de los cosplay, os remitimos a nuestra galería en 9, la sección que tenemos sobre cómic y animación y que os animamos a meter en favoritos.
Una respuesta a “Masasumi Kakizaki fue la gran estrella de Expomanga 2016”