[Análisis] Cross Code

Desde hace unos cuantos días se encuentra en el mercado la versión para consolas del videojuego Cross Code. Tras su paso por Steam, donde estuvo cuatro años en la categoría de «early access» para pulir su desarrollo mientras la comunidad lo probaba y dejaba sus comentarios y con otros dos años más a sus espaldas desde su comercialización oficial para el resto de los jugadores de PC que tuvieran interés en él una vez lanzada la versión final; ahora pueden hacerse con él también todos aquellos que se sientan más cómodos o que simplemente quieran tenerlo de nuevo en Xbox One, PlayStation 4 o Nintendo Switch. Aunque quizás más que por el tema de la comodidad o preferencia personal, entre también en juego el factor del coleccionismo. Por una parte sería porque para la versión de PC, Cross Code tan sólo se ha comercializado en formato digital, mientras que para consola Deck13 es quien lo ha publicado en ese mismo formato, mientras que Strictly Limited Games e InIn Games han aunado fuerzas para que el juego pueda conseguirse también en físico, eso sí, de manera limitada y tan sólo a través de su propia página web, es decir, desde https://crosscode.inin.games/ con envío a todo el mundo.

Cross Code es un videojuego indie con un estilo 16 bits que nos rememora a la época de SNES tanto por su apartado gráfico como por el sonoro. En el primero de ellos además vemos cómo cada personaje, cada pueblo o cada enemigo tiene un diseño pintoresco y cuidado; mientras que en el segundo, pese a que no está doblado, también los efectos sonoros y las melodías están muy acorde con la ambientación de cada lugar que viajamos, de cada escena que presenciamos. En concreto, volviendo a sus aires retro, es como echar la vista atrás hacia cosas como Illusion o Time o Secret of Mana, salvando las distancias, por supuesto. Ya que si bien se parece a esos o incluso a los Zelda de la época en la que el cerebro de la bestia triunfaba en el mercado, lo hace en los planos artísticos, pero no tanto en la jugabilidad, obviando que estamos ante un rpg de acción con grandes dosis de exploración y más aún de resolución de puzles, cosa que aprenderemos desde el mismísimo prólogo, en el que se nos darán las pautas de todo aquello que deberemos conocer para superar la aventura en este título que resulta tan exigente que incluso los propios desarrolladores han dejado una frase alegando que siempre quisieron que resultara desafiante, pero que si nos cuesta demasiado y creemos que eso nos imposibilita el poder disfrutar de la historia, se nos permite reducir levemente esa dificultad para que, sin pasar a ser un paseo por el parque, continuemos con algo menos de esfuerzo.

Para dejarlo claro, no estamos ante un juego competitivo ni colaborativo con otros amigos. Ni siquiera tiene funciones online. Es un rpg de un jugador con una historia bastante interesante en la que controlamos a Lea, un personaje que comienza con unas funciones cognitivas muy limitadas y poco a poco va desarrollándose su evolución personal o robótica, ya que ni siquiera es un ser humano. Dicho sea de paso, son muchas las cosas que no son lo que aparentan ser en este juego de ciencia ficción y es algo que se va viendo cada vez más, cuanto más nos dedicamos a ello.

Llevamos unos años en los que la popularidad de lo que en Japón se conoce como isekai (es decir, de esas obras en las que los personajes terminan dentro de un mundo que no es el suyo) está por las nubes y por tanto hay bastantes manga, anime y juegos explotando esa, digamos, característica. Como ejemplo de ello tenemos por ejemplo .hack, danmachi o Sword Art Online. En Cross Code se nos cuenta que los personajes están dentro de un MMO llamado Cross Worlds y se nos habla de cómo algunos en realidad no son personas fuera del juego que tomen las decisiones para que todo vaya acorde a llevar la partida del modo que pueda ser más divertido y beneficioso para todos, sino que son PNJ (personajes no jugador) con sus líneas definidas precisamente para guiarnos a la hora de avanzar tanto en la trama principal como en todas las misiones secundarias de que consta la aventura que no son precisamente pocas. Si una cosa podemos asegurar, es que este título tiene muchísimo contenido para que nos mantengamos entretenidos durante decenas de horas tanto quebrándonos la cabeza con sus rompecabezas, como hablando con los personajes o luchando contra enemigos tanto en combates cuerpo a cuerpo como a distancia.

8

Conclusiones:

En resumen, podríamos decir que Cross Code es un juego muy currado en el que podemos echar una buena cantidad de horas no sólo con su historia principal, sino a través de todas esas misiones secundarias que, en muchos casos, no son meras excusas para inflar el tiempo final de juego, sino que aportan algo, normalmente en cuanto a historietas entretenidas.

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