Amnesia: The Dark Descent

(ANÁLISIS) Amnesia: The Dark Descent


Amnesia: The Dark Descent

«La emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido».

by Howard Phillips Lovecraft.

No es secreto que a Frictional Games les va la marcha. Pusieron muy alto el listón con Penumbra, demostrando que incluso un pequeño estudio independiente asentado en Suecia podía lograr, pese a sus escasos medios, sorprender en un género tan manido y mancillado hoy en día como son los Survival Horror.

Ahora, con Amnesia: The Dark Descent repiten la fórmula de antaño aderezada con algunas mejoras para intentar acentuar el sabor especiado de esta obra.

Veamos si lo han conseguido.

Contexto y Trasfondo:

Abrió los ojos con pesadez, con el malestar y el miedo que produce el no saber dónde estaba ni qué es lo que había ocurrido. Los recuerdos sobre su persona eran una niebla insondable que escapaban de su conciencia.
El frío suelo se encontraba abarrotado de las piedras que antaño fueron orgullosas paredes, al tiempo que un haz de luz mortecina se filtraba desde una rejilla en el techo.
Las ventanas frente a él, inalcanzables y selladas, apenas arrojaban una pizca de cordura sobre la irrealidad en la que había despertado… y de la que sólo el destino sabía si podría escapar.

No, nos hemos vuelto locos. O al menos no hemos empeorado en demasía desde la última revisión médica. Esto que arriba os exponemos bien podría ser, afrontado con un lenguaje moderno, el inicio de la aventura tal cual la narraría la pluma de H.P. Lovecraft.

Todo el juego, desde la pantalla de instalación hasta la pantalla de desinstalación tiene ese aire terrorífico y lúgubre que encumbró al escritor americano. Y es un aire que a este juego, como survival horror, le va muy bien.

En él encarnamos a Daniel, sin apellido. Nuestro joven protagonista se despierta completamente falto de recuerdos en un vetusto castillo. La única certeza que tiene es que se llama Daniel y que le acecha una criatura de horror y pesadilla. Ah, y que dicho ser quiere matarle. Sólo tras adentrarse en la oscuridad e investigar mínimamente encuentra una nota escrita por él mismo en una vida anterior. En ella se explica que debe encontrar y matar a Alexander, el señor del castillo Brennenburg, lugar donde ha despertado.

Los primeros minutos siempre despiertan la misma sensación al jugar a Amnesia: pasillos oscuros, juegos de luces dignos de película de Alfred Hitchcock y una ambientación visual y sonora capaz de sonrojar al mismísimo Bioshock.

El nivel de ambientación y de inmersión que logra este juego es muy elevado.
La atmósfera siempre es opresiva; la oscuridad reinante en pantalla, siempre asfixiante. Desde el primer momento el juego hace que un nudo agobiante comience a presionar nuestro estómago en un inequívoco indicio de miedo, haciéndonos dudar antes de cruzar esa puerta abierta que hay al final del pasillo.  Y eso, amigos, es una sensación muy gratificante dada la situación del ocio electrónico actual.

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