Después de que Gust finalizara hace unos años su saga de Ar Tonelico, con lo que finalmente supuso una trilogía, y de que sacaran también su videojuego Ciel no Surge, del que hay también una nueva versión (aunque ni la original ni la más reciente están en el mercado occidental), las cabezas pensantes de la empresa absorbida con Tecmo Koei decidieron crear un juego que mezclara un poco la estética tan moe y bonita de Ciel no Surge, pero teniendo un título de rol siguiendo los patrones musicales de rol por turnos que habíamos visto en Ar Tonelico, y así es como nació Ar no Surge: Ode to an Unborn Star (アルノサージュ ~生まれいずる星へ祈る詩~).
Así, con una historia que al principio puede resultar liosa y en la que se habla de guerras que ocurrieron en la antiguedad, sellos, distintos de razas y dioses, nos meteremos de lleno en un juego en el que tendremos que hacernos con el control de dos parejas de protagonistas según la ocasión. Por un lado tenemos a Cass y Delta y por el otro a Ion y Earthes, el que tengamos que cambiarnos entre ellos se debe a que con cada de las parejas veremos distintos aspectos argumentales y a que, para el sistema de combates tan solo precisamos de un luchador y otra persona capaz de controlar las canciones, algo nada sencillo en la actualidad al tratarse de artes ancestrales. Esto de que una de las características del juego sea cambiar de protagonistas no es demasiado habitual y aunque hay casos aislados como TokiTowa, lo más corriente sería que tan solo tuviéramos separación de un grupo en momentos puntuales para que estuviéramos en dos escenarios al mismo tiempo y, sin embargo, en Ar no Surge, todo funciona en base a eso de andar con unos u otros, y aunque la mayoría de veces tengamos que cambiar por cuestiones de historia, en bastantes ocasiones también podremos hacerlo libremente para explorar mejor alguna zona o subir de nivel a los personajes que consideremos que se han quedado algo atrasados, que cojean por alguna parte.
El que en un juego de rol por turnos tan solo tengamos equipos de dos personajes es bastante inusual no solamente por lo que comentábamos en el párrafo anterior, sino porque a la hora de combatir podría resultar escaso y, de hecho, su sistema de combate tan extraño puede resultar de lo más pesado, ya que los enemigos siempre nos vendrán en oleadas, mientras que estaremos cargando una canción con un personaje y derrotando enemigos con el otro en base al número de ataques de cada tipo que podamos realizar en cada turno, incrementándose este número en función de cumplir ciertos requisitos. No tendremos por tanto demasiado margen para montar estrategias al tener tan solo unos pocos ataques con el guerrero y que el tema de las magias (las canciones en sí mismas) esté siempre en segundo plano, a pesar de que es realmente donde se marcaría la diferencia. Al combatirse por oleadas, incluso en batallas aleatorias que encontremos por allí, podremos tirarnos a veces un buen rato matando enemigos, sin posibilidad de saltar las animaciones o acelerar el proceso de alguna manera por lo que, nuevamente, puede venirnos esa sensación de hastío que se nos pasará cuando cambiemos a otro segmento, es decir, cuando decidamos irnos a hablar con otros personajes, llevar a cabo recetas de alquimia, adentrarnos en la mente de nuestros compañeros con el sistema de Dive o alguna de esas otras tantas cosas que ofrece Ar no Surge: Ode to an Unborn Star, que nos pueden recordar un poco a otros juegos en ciertos momentos, aunque aquí ni se lleve el tema de la alquimia tan al límite como en la serie Atelier (también de Gust) ni la parte de visual novel sea tan extensa y con tanto peso como en la serie Hyperdimension Neptunia con la que también comparte género y estética moe, aunque no tienen nada que ver entre sí e incluso son de desarrolladoras diferentes.
Obviamente, al ser el tema central del juego todo lo de las canciones, la banda sonora es variada y muy buena, del mismo modo que no tenemos queja alguna sobre los efectos de sonido o voces de los personajes, incluyéndose además un selector de audio para que cada cual escoja si prefiere escuchar a los personajes hablar en inglés o japonés. Gráficamente es muy bonito, como todo lo que hace Gust siempre, que se vuelca de lleno en un estilo que, si bien no explota el terreno gráfico, agrada a la vista con unos diseños y colores agradables que muchos catalogaríais como «monos».
6,5
Conclusiones:
Ar no Surge es un juego cuyo tema principal es la música y para el que hay una banda sonora brillante. También es un título que atraerá a mucha gente por su estilo gráfico, pero tiene varios puntos flojos que podrían tirar para atrás a los que no se inyecten los rpg en vena y sean bastante selectivos, ya que su sistema de combates resulta algo pesado al ir todo por oleadas, resultando lentos, mientras que al controlar tan solo a dos personajes al mismo tiempo, tampoco podemos permitirnos estrategias muy elaboradas. Podremos explorar bastante las mazmorras, sin que sean tan solo un pasillo infinito, que es algo que se viene criticando bastante a pesar de que no es lo habitual, pero por contra, en ciudad tendremos que ir a las distintas zonas pinchando sobre un menú en lugar de pasear libremente. El sistema de alquimia o de introducirnos en la mente mediante el sistema de Dive son muy amenos y la historia va evolucionando y tiene más de una sorpresa guardada, por lo que es un título que, pese a sus fallos y carencias, no está mal, aunque quienes verdaderamente lo disfrutarán son los fans de la saga Ar Tonelico y los que se muerden las uñas por tener Ciel no Surge en nuestro territorio.
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