[Análisis] Arcade Spirits

El próximo 12 de febrero saldrá a la venta Arcade Spirits. Esta novela visual es la ópera prima de Fiction Factory Games, que se estrena como desarrolladora tras la unión de personas que habían estado trabajando en distintos ámbitos y lugares dentro de la industria. PQube (Punch Line, Persona 4 Arena Ultimax) será la encargada de publicarlo en tiendas como Steam o Humble para Windows, Linux y Mac. Quien lo prefiera, podrá hacerse no solo con el juego en la edición sencilla, sino también con un libro de arte digital y su banda sonora en la deluxe.

Se nota que Arcade Spirits es un pequeño juego indie de una empresa recién creada sin demasiados recursos y con un equipo pequeño. No destaca en ningún apartado (animaciones, CG, sonido ambiental). Con más parné y personal, el producto, probablemente, sería más vistoso. Aun así los diseños de personaje son resultones, el estilo narrativo no resulta pesado y han contado con la colaboración de actores de doblaje para dotar de voz a sus personajes. Por tanto, se han esforzado en su título y es apreciable.

El comienzo nos presenta a un personaje que acaba de perder su trabajo. La preocupación lo lleva a seguir a ciegas el consejo de su mejor amiga, Juniper, y tirar de una popular aplicación para móviles. Tras un cuestionario que sirve también ligeramente como tutorial del juego conseguiremos una entrevista para un puesto de trabajo en algo para lo que no estamos especialmente cualificados. Eso no será impedimento para que pronto nos hagamos con el control de cualquier situación por complicada que pueda ser.

En un mundo paralelo e imaginario en el que no existió la debacle de Atari (la crisis del videojuego de 1983) con aquello que parecían leyendas urbanas sobre cartuchos de ET enterrados en el desierto de Nevada, pero que finalmente aparecieron hace algunos años. Trabajaremos como «chico para todo» en los recreativos Funplex. Daremos cambio a los clientes, recogeremos sus tickets de fidelidad para entregarles el regalo del mostrador que hayan escogido, limpiaremos las máquinas… pero sobre todo entablaremos amistad con los compañeros de trabajo y jugadores frecuentes.

El prólogo nos habla de cómo el que no hubiera ese periodo crítico en América ha hecho también que, de algún modo, los caminos hayan ido de distinta manera a como los conocemos a día de hoy fuera de este producto ficticio. Estamos en el año dos mil y pico (20XX) en un momento en que la tecnología está por todas partes. El uso de aparatos electrónicos y dispositivos móviles está en auge desde hace tiempo. Si hay algo que nunca ha quedado atrás son los salones recreativos, repletos de nostalgia. Esos lugares donde por unas monedas puedes pasar la tarde rodeado de gente con las mismas aficiones, compitiendo con ellos e intercambiando consejos e información en vivo.

Nuestro personaje principal, como era previsible, no sólo es un poco torpe con la tecnología y todo le suena a nuevo; tampoco tiene demasiados conocimientos sobre videojuegos. La ayuda de IRIS (un guiño a SIRI al estar escrito al revés), esa misma asistente personal que le ayudó a conseguir el trabajo será crucial para él. Ya no solo para salir de los líos, sino para indicarnos las puntuaciones obtenidas tras las respuestas que vayamos dando, lo que indica nuestra manera de ser, es decir, forma nuestra personalidad. Por supuesto también nos sirve para saber cómo van nuestras relaciones con las personas de nuestro entorno y de qué tipo son.

Antes de comenzar a jugar se nos permitirá crearnos un personaje a medida con datos como un nombre, un color de piel y ojos, el estilo de peinado y cuál es su género (contemplándose incluso la posibilidad de que no sea hombre ni mujer, sino no binario). La decisión sobre qué orientación sexual tendremos es puramente nuestra. Esta libertad para que nuestro personaje sea como queramos y la diversidad de personajes que encontramos en cuanto a aspecto son detalles que ojalá se encontrasen más a menudo. Aún falta mucho camino por andar en cuanto a aceptación y cosas como esta son las que necesitamos.

La historia original no cuenta con demasiadas sorpresas. Aun así el recorrido es bueno, tenemos guiños a diferentes juegos y es rejugable. Lo es porque tenemos varios finales y rutas dependiendo de lo que vayamos escogiendo, de manera que los capítulos varíen. También porque quizás queremos ser amigos de todos o ir probando a ligarnos a cada uno de los distintos personajes con los que se puede llegar a tener algo. A fin de cuentas, Arcade Spirits es una novela romántica, por lo que si queremos explotar esa posibilidad de juego de citas, está en nuestra mano a golpe de ratón.

7,3

Conclusiones:

Arcade Spirits nos traslada a un salón recreativo que casi parece una entrada a otra época (desde finales de los 80 a mediados de los 90). No tiene una historia sin paragón, pero es simpático. Su decisión sobre que nuestro personaje pueda ser del género que decidamos, incluyendo no binario, es todo un acierto.

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