Gráficamente el juego es precioso. No cuenta con los diseños de Mel Kishida en esta ocasión, pero el nuevo artista ha sabido plasmar muy bien el «estilo atelier» con un montón de naturaleza, personajes de lo más monos y ropitas muy llamativas y coloridas. La música también es una pequeña maravilla con temas tranquilos y emotivos que encajan siempre con los escenarios y momentos que se relatan. Una lástima que no se haya incluido el doblaje original y que además el inglés fuera tan malo en esta ocasión con voces de lo más cursis, chillonas y estridentes en casi todos los personajes, no pegándoles en absoluto ni mostrando realmente las expresiones y sentimientos de lo que debería acompañar a las animaciones que se ven en esos momentos. De hecho, os recomendamos subir el volumen de la música y bajarlo casi al mínimo a las voces ya que va por separado, porque es chirriante en esta ocasión.
Echamos de menos en Atelier Ayesha:
- Punis: lo más sonado que todo fan de los atelier echará de menos en Atelier Ayesha son los puni, esos bichos redondos y simpáticos (equivalentes a los slime de Dragon Quest) que no aparecen por ningún lado en esta ocasión y que habían aparecido en todos los anteriores de la saga.
- Señor Hagel: un señor calvo con bigote que seguramente recordaréis bien los que tengáis fresca la trilogía de Arland (Rorona, Totori, Meruru) y que también había estado en Atelier Marie, Atelier Elie, Atelier Iris, Atelier Iris 2, Atelier Iris 3 y en Mana Khemia.
- Señorita Pamela: Pam, la fantasma más divertida de Gust, tampoco tiene su hueco en Atelier Ayesha, a pesar de haber aparecido en Atelier Judie, Atelier Violet, Atelier Iris, Atelier Iris 3, Mana Khemia, en toda la trilogía de Arland e incluso en Trinity Universe y hasta en X Edge.
- Hadas: las hadas siempre han tenido también un papel importante y, con diferentes apariencias y nombres, las hemos visto en la saga en las entregas de: Atelier Marie, Atelier Elie, Atelier Lilie, Atelier Judie, Atelier Violet, trilogía de Atelier Iris y en Mana Khemia 1 y 2. A cambio en Arland tuvimos los homúnculos y en Ayesha seguimos por ahí, pero no son incompatibles y podrían tener algún papel en la trama.
8
Conclusiones:
Atelier Ayesha es un rpg muy divertido en el que cada uno puede prepararse un grupo que encaje perfectamente con su estilo de juego dependiendo de si sois de usar magias o sois más de golpes físicos y, dentro de eso, hay varias distinciones también. El tema de la alquimia, que es su plato fuerte, tiene un montón de opciones y al mismo tiempo es de lo más intuitivo crear nuevos objetos, además de que queda siempre escrito ya desde el mapa qué tipo de materiales hay en cada localización para que no nos demos paseos en balde, con el consiguiente paso de días en el calendario interno al que tendremos que estar atentos, pero sin llegar a obsesionarnos ya que da tiempo bien para todo, aunque siga siendo recomendable explotarlo en condiciones en una segunda partida de una manera más calmada. Su punto más flojo es el doblaje, falto de vida y que no acompaña para nada en los tonos a las animaciones de los personajes.
2 Respuestas a “(Análisis) Atelier Ayesha”