(Análisis) Atelier Totori

Totori no es una aventurera que vaya en solitario. En primer lugar porque desde el principio no se nos deja de repetir que es un poco torpe de más y además medio tonta, aunque tiene un gran corazón y se hace querer por todos; y en segundo lugar porque es una chica muy sociable a la que hay varios personajes que se unen para ir juntos de aventuras, de manera que nos tocará decidir con quién ir y con quién no. A diferencia de Atelier Rorona, cualquiera de los personajes que venga con nosotros, lo hará por propia voluntad y no pedirá nada a cambio, es decir, no nos intentará quitar todos los cole (moneda del juego) por ayudarnos un poco.

Algo que está muy bien es que hay una barra bajo los personajes que no son Totori, que se va cargando para que podamos cubrir a la pequeña alquimista en combate cuando los enemigos vayan a atacarla o hacer un ataque especial de apoyo en ciertos momentos. También a partir de ciertos niveles, todos irán aprendiendo magias para ir utilizando los puntos mágicos y no tenerlos de adorno y hay magias de todo tipo, dependiendo de los personajes que usemos y el nivel al que los tengamos.

Como es habitual en los títulos de Gust, se nos recompensa por intentar buscar cosas más allá de lo que es hacer misiones como un loco, de modo que si exploramos  bien los dos pueblos a los que tenemos acceso, siempre desde el atajo rápido, en muchas ocasiones veremos escenas especiales y descubriremos un montón de cosas que de otro modo nos perderíamos. También así desbloquearemos la opción de la amistad con nuestros compañeros, que irán teniendo más puntos con nosotros por llevarlos en el grupo o hacerles favores, dándoles por ejemplo regalos de cosas que nos pidan visitando nuestro atelier.