Modos de juego.
Bleach Soul Resurrección peca de algunos errores que lo hacen ser un juego del montón, cuando podría haber sido un juego notable. Para empezar, tan sólo tiene dos modos de juego; Misión e Historia.
Evidentemente, todo se centra en la historia y lo de las misiones es algo extra para entretenerse cuando uno ha acabado ésta o para utilizar algo más a los personajes con los que se ha quedado con ganas de dar más caña o incluso de estrenar.
Las fases del modo historia no son largas ni tampoco pesadas, de hecho como mucho duran un cuarto de hora o así si uno se detiene a pegarse con todos los enemigos y recoge todos los puntos y modificadores, valiendo los puntos para canjear por «subidas de nivel» en base a algo más de fuerza, defensa o HP (vida, health points) y los modificadores siendo útiles para poder hacer el ataque especial simple o transformarse para después poder hacer un ataque especial mucho más potente.
Este modo es bastante corto y es que en una tarde ya nos lo habremos ventilado, descubriendo así que lo de subir niveles no vale para nada, que los alicientes de sacar grados según el tiempo que tardemos en cada fase tampoco incentiva mucho para rejugarlo todo en otra dificultad diferente y, sobre todo, comprobando que de 19 personajes que llegan a desbloquearse, tan sólo usaremos a 10, haciéndolo en una única ocasión con 9 de ellos.
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