Partiendo una lanza a favor, porque no todo van a ser comentarios negativos, la fluidez de movimientos y la diferencia visual de técnicas entre personajes, y también de forma menor en cuanto a la realización de las mismas están francamente bien y en ese aspecto se es fiel con el estilo de combate de cada uno, siendo así por ejemplo Soi Fong muy rápida, pero fallándole la defensa, Hitsugaya por contra pegará unas leches bastante contundentes y estará con sus alas de dragón de hielo liberadas y por ejemplo Byakuya hará todo ataques a distancia, igual que Ishida.
Lástima que con su corta duración uno no pueda exprimir más esos personajes que están bastante currados. O bueno, pueda hacerlo pero en el modo de misiones, que es la excusa para continuar un poco más, hasta que hace la pirámide y descubre que es más de lo mismo, pero subiéndosele la dificultad para que cueste más trabajo derrotar a los jefes finales. Además, al contrario de lo que sucedía en el modo historia (que se centra en la lucha con los Espada y es fidelísimo al original, yendo al grano y sin relleno) lo que pasa en las misiones son historias alternativas que nunca jamás han sucedido, de las del tipo «¿qué pasaría si…?»
Se echan en falta, y mucho, modos de multijugador tanto local como online y es que unos combates de uno contra uno o, como poco, un poco cooperativo estarían más que bien y alargarían la vida del juego con creces.
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