Borderlands 2 es un juego muy largo. Los llorones de la duración no tendrán motivos para derramar ni una lágrima. Porque entre las misiones principales y las secundarias tenemos unas 40 horas de juego, y eso sin contar la segunda vuelta. Lo mejor es la mecánica jugable que sabe mezclar el toque RPG de las habilidades y equipo con un juego de acción desenfrenado.
Es un título pensado para el cooperativo, pese a que jugando en solitario tampoco es mala propuesta. Esta vez está mejor integrado para que juegues con tus colegas; es más fácil y sencillo. Como suele ser habitual, el máximo de la partida son cuatro jugadores. En este contexto es importante las cuatro clases (comando, asesino, sirena y gunzerker) que podemos elegir al inicio del juego, cada uno con una habilidad. Lo ideal es tener un equipo compensado.
Ahora además de los árboles de habilidades tenemos “los rangos de cabronazo”, unos retos internos del juego, que según los vayamos consiguiendo nos darán códigos para adquirir mejoras en los atributos como: salud máxima, daño de efecto elemental, capacidad de escudo… La particularidad de estos desafíos es que son comunes para todos los personajes que tengamos, por tanto las modificaciones se aplicaran a todos ellos. Esta novedad es un gran acierto que sin afectar demasiado al juego, puede animar a que probemos con las cuatro clases.
9
Conclusiones:
Borderlands 2 es el perfecto ejemplo de lo que tiene que ser una buena secuela. Expande las buenas ideas que tenía el original, potencia sus virtudes e intenta minimizar los defectos. Una de las mejores opciones de aquellos que disfrutan de los juegos de acción en cooperativo.
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