(Análisis) Catherine

Catherine es una historia de terror que el equipo de Persona dentro de Atlus ha querido relatarnos a todos los jugadores que nos atrevamos a acercarnos a ella. Para seducirnos han utilizado un diseño artístico de Shigenori Soejima y una actitud picaresca y calenturienta en la sensual rubia que romperá la rutina en la vida del protagonista, Vincent.

Con su lanzamiento en Japón, el juego fue todo un éxito y empezaron a llover cada vez más datos, imágenes y vídeos. Posteriormente, Atlus USA se puso a jugar con sus faithful (fans ya consolidados) imitando el tema del amor-odio hasta que anunciaron que en verano del pasado 2011 estaría en las tiendas y que además lo haría en varias ediciones y con varias carátulas y después de que para Europa fueran varios los que se pegaran también por hacerse con tan popular título del que todos hablaban, finamente fue Deep Silver quien se hizo con sus derechos, llegándonos a España -por tanto- por la distribuidora Koch Media, a la cual tuvimos el placer de entrevistar recientemente. Para más inri, el juego ha llegado subtitulado en varios idiomas, entre los que se encuentra el castellano, siendo los otros el francés, italiano y alemán y dejándose el inglés fuera ya que es el idioma en que está doblado.

Teniendo en cuenta el estilo de juego (aventura conversacional con puzles), ¿quién se iba a pensar que no solo iba a llegarnos Catherine, sino que además eran varios los que estaban interesados en él? Sin embargo, se ve que por una vez el que sea algo picante ha tenido su efecto y ha llamado la atención a las empresas lo suficiente como para que nos llegue algo tan extraño como esto y que además, por curioso que resulte, no es que vayamos a ver muchas tetas, es un juego erótico, sí, pero sobre todo mide muy bien las escenas y cómo han de ser éstas para demostrarnos lo mucho que goza de una enorme calidad. Lo mejor que podemos hacer todos es apoyarlo con nuestra compra para que nos sigan llegando joyas que muchas veces se quedan en el tintero.

Sin prisa, pero sin pausa, os invitamos a que leáis nuestro análisis para que sepáis un poco qué encontraréis en este título de Xbox 360 y PlayStation 3 que puede que se os meta en la cabeza hasta niveles insospechados con todas sus pesadillas incluidas.

Protagonistas de un triángulo amoroso.

De primeras, veremos a una mujer que nos quiere contar una terrorífica historia en un programa televisivo de medianoche, llamado Golden Playhouse, sobre algo que pasó hace tiempo, una historia de miedo de esas que se cuentan en los campamentos o que podría formar parte por ejemplo de Tales from the Crypt. Ese relato es, por supuesto, la historia de Vincent que nosotros mismos jugaremos y en la que tendremos voz y voto sobre un camino guiado argumentalmente hablando, hasta que llegados a un punto todo se separe en tres grandes rutas que a su vez pueden terminar de manera radical o que sigan hasta el final.

Vincent es un vago redomado, bastante cómodo y que tiene una novia desde hace ya unos años, aunque parece que su relación esté un poco estancada, en parte por el pasotismo apático de él y en parte porque para ella el trabajo es lo primero y busca ascender como sea, incluso quedándose sin apenas tiempo para sí misma y restándose hasta horas de sueño, por lo que no se ven demasiado.

Un día que Vincent está tomándose unas copas en el bar que frecuenta, conoce a una chica muy sensual y sin saber muy bien cómo, se la termina llevando a la cama, descubriendo más tarde que se llama igual que su novia fonéticamente, pero con una inicial cambiada en cuanto a su grafía, y de esta manera tenemos que en ocasiones, cuando él grite el nombre de una de las dos, puedan quedar dudas de a cuál se refiere o situaciones así con doble sentido entre Katherine y Catherine.

Lo más curioso es que desde el momento en que Vincent le es infiel a su novia, este empieza a tener unas extrañas pesadillas que parecen estar ligadas al hecho de haberle puesto los cuernos a Katherine, tal como no tardaremos en descubrir precisamente cuando estemos en calzoncillos con unos cuernos de carnero en nuestra cabeza y recemos por sobrevivir mientras escuchamos las penas de otros hombres que también han traicidonado la confianza de sus compañeras.

Con Catherine no se pretende dar una lección de moralidad a nadie sobre si está bien tener una amante y andar con dos a la vez, o sobre con cuál deberíamos quedarnos en caso de que andemos confusos, pero sí nos muestra diferentes alternativas de comportamiento humano ante una situación tan natural para tantísima gente.

Es cierto que se aprovecha todo para darle espectacularidad con el tema de las pesadillas y poniendo un telón de fondo fantasioso, pero estamos ante un videojuego y eso es lo que todos esperamos, unas dosis de apasionantes sucesos o increíbles escenas, unidas a pequeños detalles ordinarios y de nuestro día a día como el hecho de escoger qué contestar en cada conversación, llevando así las conversaciones por otro lado como si estas fueran reales o decidiendo contestar o no a los mensajes de móvil y, en caso de hacerlo, pudiendo también dar diferentes tipos de respuesta provocando diferentes reacciones en quien los lea.

Socializando en el bar.

Stray sheep es un bar en el que pasaremos bastante tiempo, de hecho cuando no estemos en casa durmiendo mientras tenemos las terribles pesadillas o en los momentos posteriores al despertar, estaremos siempre en el bar y es que Vincent es bastante sociable y siempre queda ahí con sus amigos, y además no tiene problemas en acercarse a cualquier otra persona y comenzar agradables charlas.

Otra razón por la que Vincent frecuenta Stray sheep es porque la camarera, Erika, es una amiga de la infancia y ya que él quiere ir a beber, pues le pega a todo y podría decirse que termina borracho prácticamente a diario y que para desayunar toma cerveza en vena. Eso sí, esto de darle a la botella está muy bien para que nuestro joven e indeciso amigo sea más veloz en los momentos de huida en las pesadillas así que para qué vamos a esforzarnos en intentarle sacar de su adicción, si eso que ya se moleste él cuando esté libre.

 

Entre las actividades a realizar en este local aparte de hablar con nuestros amigos o con la gente de alrededor para enterarnos de cotorreos que puedan sernos más o menos útiles para estar al tanto de lo que pasa en ese misterioso mundo lleno de ovejas con puzles peligrosísimos, y dejando de lado ya el hecho de pedir una copa tras otra teniendo como extra explicaciones varias con curiosidades sobre las bebidas explicándosenos su nombre, el origen o cualquier otra cosa digna de tenerla como culturilla general que quizás un día nos dé un quesito en una partida de trivial pursuit, también recibiremos mensajes varios a nuestro móvil e incluso fotos subidas de tono que no podremos mirar en público.

La televisión nos contará las noticias de última hora, por lo que siempre hablará de extrañas muertes a las que no encuentran el sentido con cuerpos como chupados.

A los fans de los Shin Megami Tensei se les ha premiado con guiños varios haciendo mención por ejemplo a Teddy, el osito de Persona 4 que hacía chistes malos cada dos por tres y que pretendía ser todo un Don Juan, o con la jukebox que incluye piezas de Shouji Meguro, compositor de los últimos Megaten y también de este Catherine. No obstante, lo más llamativo de este bar y que nos puede picar bastante es la máquina de Rapunzel en la que, al igual que en la historia de los Hermanos Grimm -que fue llevada hace un par de años a la gran pantalla por Disney– tendremos que rescatar a nuestra amada que está encerrada en un torreón al que nos tocará escalar usando nuestra cabeza.

A soñar con las ovejitas.

Vincent tiene un ciclo de rutina dia tras día muy sencillo. Va de casa al bar y de bar a casa.

Así, como os podréis imaginar, después de tomarse unas cuantas copas y llegar más pedo que Alfredo, se echa en la cama a dormir la mona hasta el día siguiente y vuelta a empezar. O más bien, esto era así hasta antes de conocer a Catherine, ya que a partir de ese momento tiene sueños muy moviditos y terroríficos en los que le toca escalar bloques enormes de piedra para ir ascendiendo pisos en una misteriosa catedral donde hay muchos más hombres que, al igual que él, también son infieles.

Cada noche, durante una semanita, nos tocará subir unos cuantos niveles, cada vez más y más complicados, sintiendo de ese modo que son pesadillas pero de verdad, porque en ocasiones es una tortura el ir ascendiendo mientras te persigue un bebé gigante, el suelo te derrapa o los bloques se deshacen a tu paso. Aunque eso sí, cuando suena el Aleluya de Haendel uno realmente se emociona por haber conseguido llegar a tierra firme y es entonces cuando puede hablar con el resto de los que aún queden vivos por ahí, aprendiendo de paso técnicas muy interesante y útiles que llevar a cabo para salvar el culo, además algunas son bastante sencillas y otras de nivel más avanzado, pero en todo momento es bueno saber de ellas por si nos vemos en una situación en que nos toque utilizarlas para llegar a lo más alto de la manera más rápida y segura posible cogiendo de paso todos los bonificadores que nos encontremos para sentirnos más satisfechos.

Tras cada noche, terminaremos en el confesionario, donde se nos harán preguntas que irán determinando de qué palo vamos, es decir, si somos más de algo estable o de una aventura loca de sexo sin ataduras, lo cual se traduce entre estar con la novia o con la amante. Aun así, existe la opción neutra por si no queremos ni una cosa ni la otra, sino estar un tiempo de soltería para aclarar las ideas.

Despertando aterrorizados.

Cada mañana, Vincent se despertará como si fuera el último día de su vida, y es que probablemente lo sea. Tras una angustiosa noche huyendo de fantasmas que ansían matarle, y estando armado únicamente con una almohada, veremos sus ojos llenos de pánico y escenas increíblemente animadas con un estilo bastante experimental por un estudio japonés que precisamente destaca en esa lid, Studio 4C, como ya se ha podido ver por ejemplo en Mindgame, Genius Party o Detroit Metal City.

En estas escenas matutinas se verá por ejemplo cómo va siendo su relación con cada una de las dos chicas, cómo tiene el piso, qué piensa, cómo se mueve… vamos, que es la chicha argumental que se añade cada día antes de que volvamos al bar a quedarnos con pequeñas gotas de información adicionales para calentar motores antes de seguir ascendiendo por la catedral, mientras vemos como otros tantos caen, perdiendo así su vida en el mundo real.

Arte, en mayúsculas.

Catherine, el primer trabajo de Atlus en las consolas en alta definición, tiene un apartado artístico para quitarse el sombrero, hacer una treintena de reverencias y hasta limpiarles los zapatos a los encargados de desarrollar algo tan impresionante.

Shigenori Soejima a los lápices y Shouji Meguro a la batuta han logrado plasmar algo realmente digno de alabanzas. El cel-shading que tiene le da un aspecto de dibujo animado total, con unos colores asombrosos y unas expresiones que parecen tan auténticas que incluso a los que no les va mucho el manga, Catherine les entrará por los ojos con casi total seguridad. Por otro lado, la música es fascinante y unida siempre a cada situación de una manera que parece que todo se haya creado después de las composiciones de Meguro y no al contrario, logrando que nos metamos de lleno en el hilo conductor, que puede tener pequeñas variantes hasta llegar ya al lugar donde se nos separan las rutas para poder dar con sus diferentes finales.

9,7

Conclusiones:

Catherine es toda una metáfora de la vida con los miedos que uno puede tener ante decisiones importantes y el cómo afrontarlas. Es un soplo de aire fresco sobre una mejilla demasiado caliente. Es ese juego que te hará latir el corazón tan fuerte que seguramente sea porque está perforándolo para quedarse a vivir dentro, en un rincón, dando golpecitos de cuando en cuando como recordándote que está ahí.

8 Respuestas a “(Análisis) Catherine”

  1. ¿Y no puedo quedarme con la camarera y mandar a las codos Catherines a freir espárragos?

    Es que.. pelirroja… y con ese escotazo…

  2. savepoint_es ¿Y no puedo quedarme con la camarera y mandar a las dos Catherines a freir espárragos?

    Es que.. pelirroja… y con ese escotazo…

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.