(Análisis) Corpse Party

Hace una semana, aproximadamente, se publicó un artículo de opinión en esta web precisamente sobre Corpse Party (コープスパーティー), el juego que hoy pretendemos analizar después de que haya hecho lo que muy pocos, dejar tarada a media redacción, a la que le ha costado despojarse de sus sentimientos hacia él para procurar solamente comentar los aspectos objetivos que cualquiera, sea quien sea, pueda ver con jugarlo.

Corpse Party es un videojuego de terror, creado por un estudio independiente (Team GrisGris) con el rpgmaker en 1996 y que tras un par de remakes voluntarios y muy buenas ventas en el comiket de Tokyo, llegó a manos de algunos integrantes de 5pb, quienes les propusieron hacer algo más comercial con su trabajo e, incluso, ya ha salido una secuela en este mismo año y Square-Enix está publicando un manga en el que se ven escenas que en los juegos se insinúan, pero no llegan a verse como tal.

Una historia de terror con varios caminos y finales.

Los japoneses son unos auténticos fans de las historias de terror y si os gusta un poco el cine, sabréis que tienen una cantidad enorme de películas de ese género que incluso en muchos casos los americanos adaptan y a las que cambian el nombre para aprovecharse del tirón y, según ellos, acercárselas mejor al público occidental.

Precisamente, Ringu, Audition o tantas otras historias tienen bastante más que ver con Corpse Party de lo que pudiera parecer y es que si en el videojuego se toma como referencia intrínseca e interna del propio guión la invención de una antigua leyenda sobre la que retornar para que todas las cosas malas tengan su explicación de fondo, su telón enmarañado y con un escenario oscuro y a medio ver, para poco a poco abrírsenos todo según lleguen las respuestas; al mismo tiempo se nos presentan precisamente elementos tan propios de esas películas o incluso de novelas recreadas en Japón, con sus lugares encantados medio en ruinas y con tablas putrefactas de madera como suelo, que crujirán continuamente para darle a todo un aspecto más macabro.

En Corpse Party tenemos una historia tremendamente bien tejida en cinco capítulos más una docena de extras. Sin embargo, ni eso hace que el juego sea corto ni muchísimo menos y, aunque lo fuera, no sería malo por ello, ya que la intensidad de sus escenas, la tremenda ambientación y el estilo escogido para que al jugador le entre canguelo es sobresaliente.

Cabe decir también que en cada capítulo hay varios finales, aunque tan sólo uno es el que nos dará acceso al siguiente y siempre dejándonos además con el corazón en un puño ya que si bien es cierto que lo más normal es que estemos con miedo a cada paso que demos, a cada nota que leamos, a cada objeto que recojamos, también es cierto que el juego está muy bien medido en cuanto a subidones de tensión al mostrársenos por ejemplo una muerte o nueva información que nos rompa los esquemas, intercalado por ratos más tranquilos de exploración o incluso de resolución de un pequeño puzle, pues no debemos olvidar que estamos ante una aventura con acertijos y un buen montón de texto.

Realmente, sobre lo que va Corpse Party no es para nada original ni sorprendente, pero sí lo es su planteamiento y la narración de los sucesos y acontecimientos que podremos vivir en primera persona desde unos cuantos personajes, lo cual, al hacernos partícipes y no simples espectadores, nos motiva más con lo que va a pasar, ya que nos sentiremos más metidos que en una película o incluso que en un libro por más que con nuestra imaginación nos volquemos de lleno en la trama. Es más, el recurso de la imaginación está también vigente para este juego que a los occidentales nos ha llegado gracias a XSEED, ya que hay una buena cantidad de escenas no explícitas o en las que realmente podría no pasar nada, pero que están creadas de manera que lo más normal es que seas tú quien se imagine mutilaciones, canibalismo, o demás cosas que en realidad nunca verás, ya que lo más que llega a mostrarse son imágenes estáticas de anime con un resultado final sin recrearse innecesariamente en el proceso, y eso cuando no son directamente cuatro píxeles o un fundido en negro con algunos toques de rojo y ruidos variados.

Todo empieza con un misterioso ritual recitado por la delegada de clase de un instituto llamado Kisaragi y, tras terminar, ella y sus siete compañeros más la profesora de inglés -todos los que habían estado en dicho ritual- terminan en Heavenly Host, una escuela primaria sobre la que hay un oscuro pasado bastante turbio y del que hay un montón de dudas sobre qué pasó, pues nada más se sabe que hubo desapariciones de niños y alguna que otra muerte, pero por lo demás es todo un enigma.

Nuestro cometido es descubrir qué pasó tres décadas antes de la era en la que estábamos en el presente y tratar de sobrevivir como sea, aunque todo está en nuestra contra para que no lo logremos. Para empezar, porque el grupo está separado en diferentes espacios cerrados o en otro momento temporal que difiere ligeramente del de sus amigos, así a lo ciencia ficción.

Con cada final que nos salga, tendremos más información sobre la gran cantidad de misterios que hay en Corpse Party y es que, aunque por alguna extraña razón fuéramos a tiro fijo sacando sólo los finales buenos sin tragarnos ningún malo, hay distintos caminos para ellos y algunos tienen más información que otros, de modo que la riqueza argumental no es precisamente pequeña.

Corpse Party tiene una estética bastante retro cuando nos vamos moviendo por ahí, según 5pb y XSEED aposta, para darle un toque como más viejuno con ese aspecto gráfico y para que tampoco se vean bien ciertas escenas en las que hay por ejemplo vísceras o cosas un poco desagradables.

Su música, sus efectos sonoros… son lo mejor que tiene junto con el guión y, de hecho, pegan de una manera que rara vez encuentras un juego en el que el sonido sea tan sumamente importante y además potencie cada escena, cada paso, cada suspiro… Por supuesto, las voces están en su idioma original, llenas de sonoridad, actuación sublime, gritos desgarradores, etc.

9,5

Conclusiones:

Una tabla medio podrida crujiendo, el ruido de cristales rotos, los aullidos desgarradores de pavor... a veces con sentido y a veces un producto de la imaginación, pero el miedo está ahí. En Corpse Party la ambientación no tiene rival y es que ningún juego antes fue tan terrorífico y con tanta libertad de acciones ligada a distintos finales. Tensión de principio a fin con un guión muy bien narrado, que hace de éste uno de los mejores títulos descargables de PSP.

15 Respuestas a “(Análisis) Corpse Party”

  1. Nunca antes habia jugado un juego de terror tan genial, la historia esta buenisima, la ambientacion que da la musica y los efectos de sonido hacen que a uno le entre escalofrios (recomendado jugarlo con audifonos y en la noche).
    Sin duda un juego que cualquiera fanatico del terror deberia jugar.

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