(Análisis) Crescendo

Encontrándonos con Yuka en un flashback.

No volaremos en una nave espacial por el espacio sideral, ni saltaremos en el tiempo, ni desafiaremos las leyes de la física. La historia es mucho más humana y racional y trata de la soledad desde distintos puntos de vista y con distintas formas de vivir la vida, sufriéndola así de una manera u otra, pero teniéndola latente todos los personajes que aparecen en el juego, empezando, cómo no por nosotros mismos en el papel protagonista con un chico indeciso y con no muy buena fama, pero con grandes amigos igualmente.

La cotidiana vida de Ryo está a punto de cambiar y está en nuestra mano y en las decisiones que tomemos, el llevar a este adolescente por un camino u otro, pudiendo cambiar incluso ligeramente algunos recuerdos para que, al modificar algo el pasado -tras mostrársenos diversos flashback– eso repercuta en el momento presente y en nuestra relación con las distintas chicas con las que hablemos.

Kaho en un momento de culpabilidad.

Cabe decir también que cada ruta de cada una de las chicas es independiente de las demás, a excepción de las dos más protagonistas que conformarían un triángulo amoroso y que son historias bastante entrelazadas.

A diferencia de lo visto en otros títulos del mismo género, enseguida sabremos en qué ruta estamos y no nos quedará ninguna duda de ello, a excepción de saber si acabaremos con el final bueno o con el malo. No obstante, eso no le quita emoción para nada a la lectura, plagada de conversaciones naturales y creíbles y con una excelente narración con varias sorpresas y momentos dramáticos que se potencian en nosotros al acompañarse ese texto de imágenes con unos personajes muy expresivos y unas buenas voces que hacen un papelón.

5 Respuestas a “(Análisis) Crescendo”

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.