(Análisis) Deus Ex: Human Revolution

Año 2027, los implantes biomecánicos han revolucionado la humanidad. Implantes que permiten volver a andar o recuperar alguna extremidad perdida, implantes que permiten superar los límites humanos.

Sarif, una de las compañías más importantes del sector se prepara para realizar un anuncio revolucionario en el campo de la biotecnología, pero un ataque a la sede de la compañía lo impide.

Adam Jensen, el jefe de seguridad de Sarif, será el responsable de investigar los motivos del ataque, en el que queda mortalmente herido y es sometido a una operación en la que le sustituyen la mayor parte de su cuerpo por partes artificiales para salvarle la vida.

Así empieza Deus Ex: Human Revolution, la precuela de la saga Deus Ex, una mezcla de juego de acción y rol, combinados perfectamente; desarrollado por Eidos Montreal, publicado por Square-Enix y distribuido por Koch Media.

Tomando el papel de Adam, el jugador deberá descubrir la conspiración tras el ataque con la ayuda de los aumentos de las partes biomecánicas que le han sido implantados, que se podrán ir mejorando a lo largo del juego mediante paquetes de PRAXIS, que se obtienen mediante la experiencia obtenida o con el uso de algún objeto.

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