(Análisis) Dungeon Siege III

Una larga guerra civil azota el reino de Ehb desde que Jeyne Kassynder se apropió la furia de la iglesia Azunita para eliminar a la décima Legión, acusándoles de haber asesinado al rey, y estando en lucha desde entonces con las fuerzas de la reina.

Pero Odo, un espía legionario, consiguió esconder a unos pocos de la Legión de la masacre de Jeyne, y ahora, 30 años más tarde, deberán tratar de reconstruir la décima Legión y derrotar a Kassynder.

Esta es la historia de Dungeon Siege III, desarrollado por Obsidian Entertainment, publicado por Square Enix y distribuido por Koch Media en España, es la tercera entrega de la franquicia de juegos de rol de acción que nació en el año 2002 para PC, y que en esta ocasión está disponible también para PS3 y Xbox 360. Con el paso de las entregas, la saga se fue orientando cada vez más a la acción, y con la tercera parte ocurre lo mismo, aunque muy ambiciosamente.

Ambiciosamente, porque pretende conservar los aspectos de un juego de acción, como la jugabilidad y los combates, con elementos de los juegos de rol, como estadísticas, talentos, habilidades personalizables y modo multijugador.

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