(Análisis) FIFA 13

Pero ya que el juego tiene su propio ritmo, y como no todo iba a ser malo, la precisión en pases o tiros no es nada desdeñable y, sobre todo, las jugadas a balón parado son una pequeña maravilla y el árbitro no abusará en cuanto a sacarnos tarjetas una detrás de otra como si tuviera que ejercitar los brazos para que después no le duelan, sino que será moderado y aplicará la ley de la ventaja cuando lo considere oportuno, guardándose las amonestaciones o el pitar una falta para cuando realmente haya una entrada grave o nos hayan metido un codazo en el estómago y se vayan con nuestra pelota como si nada.

Algo que sin embargo seguro que sí desesperará a más de uno son los tiempos de carga, que tanto en Xbox 360 como en PlayStation 3 son bastante largos, especialmente en algunas ocasiones en las que uno se pregunta cuánto tiempo tendrá que esperar para que avance el calendario o pueda jugar el siguiente partido.

Que no se puedan jugar dos carreras al mismo tiempo (por ejemplo una de hacer que tu jugador llegue a lo más alto, y también que seas un mánager que lo da todo durante unos años hasta que se retira y a vivir que son dos días) no nos ha hecho demasiada gracia, porque nos gusta combinar una cosa con la otra y no estar obligados a jugar a algo hasta el final para cambiar a lo siguiente. Pero quitando eso, los modos de juego que trae FIFA 13 están muy bien, son prácticamente lo mismo que ha habido siempre, pero su modo de entrenador es, con mucho, lo más adictivo y chulo al haber información diaria de la prensa especializada, fichajes en el día a día en las temporadas en que toque, incluyéndose hasta los de última hora en algo muy frenético y que sorprende… y además el tener que gestionar absolutamente todo para no hundir al equipo económicamente, mientras subimos la moral de los jugadores, escogemos quién juega y quién se queda en el banquillo y nos damos de cabezazos contra la pared cuando se nos lesionan todos los chicos en los que confiamos.

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Conclusiones:

Con una gran cantidad de modos de juego tanto online como offline, FIFA 13 llega de nuevo para hacerse hueco en las reuniones de amigos o para carreras en solitario para obtener así títulos ficticios con el equipo de nuestros sueños o con nosotros mismos en el papel de un jugador en la posición predilecta o como manager si lo nuestro es organizarlo todo y dar órdenes sobre planes de entrenamiento, calcular presupuestos, hacer fichajes y decidir quién estará en el campo dándolo todo y quién se queda castigado en el banquillo.

Aunque con la IA algo mejorada para evitar encontronazos, aún le queda camino a este simulador para ser más realista, pero no va mal encarrilado, si bien podría empezar por subir un poco la velocidad de carreras y jugadas para que tengamos una sensación mayor de estar metidos dentro del partido.

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