(Análisis) Final Fantasy IV: The Complete Collection

No es la primera vez que Final Fantasy IV llega a nuestras tierras. Ya lo hizo en una versión porteada para gameboy advance y en otra remasterizada para Nintendo DS. Tampoco catamos como novedoso su capítulo «the after years» que salió para Wii en su canal de Wii ware, aunque sí que nunca antes habían venido antes las dos historias juntas para la misma plataforma e incluso en el mismo recipiente físico, habiendo aparte como incentivo un «interludio» uniendo tanto la historia original protagonizada por Cecil, como la que ocurre años después del final y que ya está protagonizada por el hijo de éste, Ceodore.

Realmente, el encanto de esta edición no es el volver a tener -esta vez para PSP-  un juego que nació en tiempos de Super Nintendo y que tan bien valorado está en general, es más bien el poder hacerlo con cambios pertinentes en lo que se respecta a sus gráficos y sonido y añadiendo además el interludio inédito hasta entonces para dar pie a esa historieta posterior en la que aparecía un nuevo protagonista con verdadera sangre heróica.

Por ello, no queremos entrar en detalles y haceros un análisis exhaustivo de su historia o personajes, que son muchos y variados dentro de un telón de amor, traición, genocidio, búsqueda de cristales… e incluso fue el primer Final Fantasy en incluir invocaciones a cargo del personaje de Rydia, ya que cada personaje tenía su propio oficio intrínseco y no era posible cambiarlo.

Nuestra intención es hablar de cómo lo ha hecho Square-Enix para incluir los tres juegos en el mismo UMD, si realmente merece la pena esta Complete Collection y cuáles son las exquisiteces que harán salivar a vuestro paladar hambriento de buen rol.

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