Gigantic Army es un juego indie del género de los shoot em ups que se basa en clásicos del género 2D. Se trata de un juego puramente arcade, que si bien no es muy largo sí que tiene la rejugabilidad suficiente si queremos mejorar nuestras puntuaciones.
Es cierto que su fuerte no es el argumento, que es bastante genérico y no ofrece sorpresas inesperadas, pero es un buen detalle el haberlo incluído en un título que en principio no lo necesitaba. Gigantic Army nos muestra como en pleno siglo 21 la humanidad ha comenzado a expandirse por la galaxia. Las naves terrícolas surcan el espacio, buscando nuevos hábitats, nuevas especies, aunque ésto no sea siempre del agrado de los extraterrestres. Uno de estos, los ramunianos, ha comenzado a sublevarse en contra de la invasión humana, dando comienzo así a la guerra ramuniana, el telón de fondo del juego. Nuestra misión consiste en ponernos a los mandos del GMR-34 Saladin, un robot de combate, y aplacar la revolución, moviendo la balanza de la guerra al lado humano.
El argumento se nos irá contando mediante pequeñas cutscenes, fácilmente saltables cuando ya las hayamos leído si no nos interesan, que tienen lugar entre las 6 fases del título, mostrándonos el diario de uno de los pilotos humanos, que nos irá narrando el desarrollo de la guerra contra los ramunianos.
La principal baza del juego, como comentamos, reside en su jugabilidad, muy reminiscente de aquellos clásicos de la era 16-Bit como pueden ser Cybernator o Front Mission: Gun Hazard. Tenemos a nuestra disposición todo un arsenal de armas que usar durante la misión, aunque eso sí, sólo podremos cambiar de armas al empezar la partida. Se nos da a elegir entre un lanzamisiles, un rifle o una metralleta, cada una con habilidades y potencia distintas; el rifle es normalito y dispara rápido, la metralleta es aún más rápida, aunque dispersa sus disparos en cono, con lo cual es menos precisa aunque limpia más rápido la pantalla y el lanzamisiles es dificil de apuntar, pero tiene la mayor potencia de los tres. El arma que elijamos influirá en el número de ataques especiales que podamos lanzar, que también incluyen tres tipos: Una granada racimo, más misiles y un rayo láser super potente, cada uno de ellos más útil en según qué situaciones.
Los controles del robot son bastante precisos,aunque algunas veces parece que le cuesta meter el pequeño turbo que podemos hacer al pulsar dos veces en la misma dirección. Aparte de nuestras armas tenemos a nuestra disposición un salto y un pequeño jetpack que podemos activar pulsando el mismo botón en el aire y que nos permitirá esquivar con mayor facilidad o llegar a lugares más altos. A todo esto se añade la posibilidad de cubrirnos con un escudo o la de golpear con un cuchillo, que por lo general hace más daño que el resto de armas normales, al acercarnos a un enemigo, algo que como comprenderéis conlleva el riesgo de llevarnos un par de golpes indeseados. Apuntar con las armas puede ser algo incómodo al principio, aunque uno fácilmente se acostumbra, y siempre podemos elegir un arma como la metralleta, que aunque no sea muy potente nos permitirá golpear a varios enemigos a la vez.
Ésto no sería un shmup si no hubiese power ups repartidos por las fases y aunque hay pocos tipos todos son útiles para la misión, como por ejemplo el de recuperar vida. Pero si hay algo que tenemos que tener siempre presente es que tenemos que correr, pues hay un pequeño contador de tiempo que irá descendiendo hasta vaciarse, punto en el cual empezaremos a perder vida a toda velocidad hasta explotar. Afortunadamente podemos regenerar éste contador con pequeños power ups, aunque en ciertas fases o vamos a toda velocidad o nos pilla el toro, algo bastante frustrante, sobretodo cuando te estás haciendo a los controles. Aparte de esos dos potenciadores también encontraremos cápsulas de poder, que aumentarán el daño que causemos a nuestros rivales.
La variedad de enemigos es bastante escasa y repetitiva, siendo la totalidad de éstos robots o naves, pero donde se luce el diseño de enemigos es con los gigantescos jefes de las fases, generalmente 2 por etapa, que nos pondrán las cosas difíciles con sus poderosos ataques y patrones de balas. Los jefes suelen ser únicos, aunque alguno se repite o es una versión más grande de un enemigo normal, lo cual es una pena, ya que tampoco es que haya una gran cantidad de fases (son 6 en total) y podrían haberse creado algunos enemigos más originales para el título. Eso sí, cada uno, aunque se repita, tiene sus propios patrones y armamento, asi que no se llega a caer en la monotonía. Los entornos tampoco es que sean muy variados, pero son bastante aceptables y lo suficientemente extensos para ser un desafío.
El juego cuenta con 4 modos de dificultad, que tendremos que desbloquear mientras juguemos, teniendo disponibles desde el principio los modos Fácil y Normal. La curva de dificultad es bastante buena, no hemos sentido ningún salto especialmente preocupante entre los distintos modos, y en los niveles altos llega a ser realmente desafiante. Morir nos devolverá al principio de la fase en la que encontremos, siempre que nos queden continues, claro. El juego está completamente en inglés, aunque no debería ser un problema para nadie, y menos en esta clase de juegos, que no necesitan ser entendidos para poder disfrutar de unas cuantas partidas. Además, la versión de Steam incluye logros y la posibilidad de conseguir cromos, asi que los usuarios de la plataforma tienen la rejugabilidad asegurada.
6,3
Conclusiones:
Gigantic army es un pasatiempo divertido. Uno que no se lo piensa dos veces antes de retarnos, que no tiene miedo a transportarnos a una época en la que Contra y Metal Slug eran los bombazos del género. No es una revolución jugable, ni mucho menos, pero sí que se trata de una entrega sólida dentro del género que, por poquito dinero, nos ofrece el suficiente contenido como para estar pegados a la pantalla durante un par de horas. No es perfecto, pero cualquier amante de los shoot em ups clásicos debería darle una oportunidad.
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