(ANÁLISIS) Halo: Reach

En lugar de añadir nuevas características y cambios radicales en el sistema de juego, han cogido los mejores elementos de cada uno de los juegos anteriores fusionándolos en una amalgama que deja muy buen sabor de boca. El equipamiento de uso sencillo de Halo 3 se convierte en habilidades reutilizables e intercambiables que podremos asignar a nuestra Armadura. En ese sentido se podría decir que las capacidades de supervivencia de Noble Seis están a medio camino entre las extremas capacidades de supersoldado del Jefe Maestro y las del novato que encarnábamos en ODST.

Aun así las habilidades serían algo secundario si no tuviésemos buenos enemigos con las que ponerlas a prueba. Y creednos, esta vez los tenemos, y muchos. El Covenant ha vuelto y lo ha hecho de forma más letal que nunca. La IA que Bungie ha desarrollado para el juego es muy satisfactoria, suponiendo un reto en todo momento. En algunos casos incluso nos hará tirar el mando por la ventana… para después bajar corriendo a buscarlo para volverlo a intentar. El juego no es difícil a nivel frustrante. En todo momento vamos a tener la sensación de que si morimos ha sido por un error nuestro, lo que nos motivará para volver a intentarlo.

Como ejemplos os podríamos decir que los cazadores ahora son mucho más agresivos y feroces, abalanzándose contra nosotros en cuanto tengan ocasión mientras utilizan sus escudos y sus cañones. Ahora los Elites utilizan capacidades parecidas a las nuestras como propulsores, o bloqueos de armadura. Y si a eso le sumamos la pasmosa facilidad con la que esquivan nuestros disparos… También habría que nombrar a los Skirmisher, una nueva especie de Covenant que hace uso de una velocidad endiablada y sistemas holográficos para emboscarnos. Por si fuera poco, ahora las fuerzas del Covenant son mucho mejores flanqueándonos y utilizando tácticas de apoyo y ataque en grupo.

Respecto al online, podemos decir que Reach viene pertrechado con un montón de modos de juego multijugador, como los clásicos Deathmatch, hasta el modo Headhunter, en el que tendremos que recoger las cabezas de los enemigos que derrotemos y arrojarlas en una meta, ganando el equipo que más cabezas ha acumulado.

Gráficos:

Gráficamente es un juego cumplidor. Técnicamente está muy bien planteado. Tiene momentos espectaculares y un acabado técnico de notable. No alcanza el tope gráfico visto en esta generación pero tampoco es el “Crypt Killer” de Saturn.

Los efectos de luces y acabado general son muy buenos, mostrando gran parte del mapeado sin que apenas haya tirones. Remarcamos el apenas porque hay momentos muy puntuales en los que la carga gráfica hace que se resista el framerate, aunque no es nada que impida jugar. Y sólo es en dos o tres momentos concretos de la historia, por lo que tampoco hay que ajusticiar a Bungie por ello.

A veces se notan los molestos “dientes de sierra” en las figuras de los personajes pero, la acción frenética a la que nos encontraremos sometidos en todo momento nos obligarán a centrar nuestra atención en otras cosas.

Las físicas también están muy conseguidas. Las explosiones son espectaculares y los cadáveres caen al suelo como deben, aunque algunos lo hagan con más entusiasmo del esperado.

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