Hard Corps Uprising tiene una enorme diferencia entre su modo arcade y el rising, siendo el primero de ellos simplemente para echar una partida rápida despreocupado de todo con los personajes y sus habilidades de manera predefinida, mientras que en el segundo iremos recibiendo premios por nuestros avances que después se canjearán por más cápsulas de vida, más vidas completas, nuevos ataques, mayor potencia de disparo con los distintos tipos de disparo, etc.
Eso sí, para hacernos con esas mejoras, tendremos que sudar sangre y es que esos vales de la tienda que pueden ayudarnos en nuestra aventura, no son precisamente baratos y para obtenerlos hay que demostrar que uno los merece, por lo que tendrá que jugar como un condenado echándole horas y reintentando fases una y otra vez o bien currárselo para causar una buena cantidad de bajas sin morir en el intento para poco a poco conseguir puntos que podamos intercambiar por las tan ansiadas cosas que hay para no sufrir tanto y permitirse el recibir algún que otro golpe tonto antes de recoger un botiquín de vida de los poquitos que hay esparcidos en los diferentes niveles para regenerarnos todas las cápsulas de la vida que tengamos en uso.
También, contaremos con dos personajes diferentes y el cambiar sus atuendos estará en nuestra mano, junto con su color de pelo. Estos personajes son Krystal y Bahamut, dos soldados imperiales que luchan por Tiberius en el año 2613 y que van de misión en misión por diferentes lugares del mundo como una selva amazónica, un desierto o un área metropolitana futurista. Cada uno de esos lugares es una fase en la que transcurrirá la acción que protagonizaremos, habiendo hasta ocho escenarios en total.
Deberíais probar el juego con Sayuri, ya que cambia por completo: más que un Contra parece un Rastan o un Strider. Es un poco difícil jugar con ella, pero merece la pena.
Y sí, un grandísimo juego; ArkSys le ha dado una personalidad muy especial, con ese aspecto de anime y esa banda sonora, resulta un poco chocante al principio, pero me divierte casi tanto como el Hard Corps de Mega Drive o el Probotctor: Alien Rebels de Super Nintendo, a los que ya les eché unas horitas. Sólo me queda probar el Contra Rebirth de Wii. Algunos compañeros de Fase Bonus lo tienen y dicen que es la hostia también, además de conservar el mismo aspecto gráfico que los de 16 bits.