[Análisis] Higurashi no naku koro ni Hou ch.6 ~ Tsumihoroboshi

Analizamos el sexto capítulo de Higurashi: Tsumihoroboshi.

Desde hace poco encontramos tanto en la tienda de MangaGamer como en Steam el sexto de los episodios de Higurashi no naku koro ni Hou, es decir, su arco de Tsumihoroboshi.

En Onikakushi teníamos una breve presentación de personajes y pinceladas de Hinamizawa, escenario principal de esta visual novel de PC escrita por Ryukishi 07. Watanagashi nos sirvió para entender mejor el festival del algodón, el peso de las tres grandes familias (especialmente la Sonozaki) y algunos aspectos sobre Oyashiro-sama, un ente con no muy buena fama cuya furia todos temen. Tatarigoroshi era un arco centrado en la joven Satoko por lo que se nos relataron cosas acerca de ella y también de su hermano Satoshi, que tanto la adoraba. Himatsubushi nos llevaba al pasado para que viéramos a una Rika más pequeña interactuando con Mamoru, un detective con gran peso en la historia y del que no vemos ni la cara por no contar con sus propios dibujos. Meakashi nos lleva a un año antes de los sucesos en los que tenemos a Keiichi recién mudado al pueblo, es decir que tenemos el festival anterior y la respuesta a lo que ocurrió en él, tan mencionado en otros arcos. Ahora, en Tsumihoroboshi tenemos un arco centrado en Rena Ryuugu.

Casi todos los personajes del grupo principal habían sido protagonistas de un arco de un modo u otro, para conocer sus inquietudes, secretos, trasfondo familiar o de qué manera la villa los alteraba. Nos faltaba Rena Ryuugu, esa chica pelirroja del grupo de los mayores (junto a Keichii, Mion y Shion). Tsumihoroboshi es la excusa perfecta para contarnos su historia, para ofrecer un arco a los fans de la loca de las cosas cucas.

La historia de este nuevo arco de respuestas comienza, como es ya habitual, con los miembros del club de juegos en plena actividad lúdica. Tras un enfrentamiento, toca el turno de los castigos para los perdedores. El caso es que no es más que el recurso que hemos visto con anterioridad de mostrarnos cómo el día a día está bien, que todos los personajes son felices, pero que esto no es más que la superficie. Si rascamos, detrás hay problemas y estos terminarán siendo lo único que después llegue a verse por alcanzar tal magnitud que no se puedan camuflar.

El particular estilo de narración del autor, otorgando una cantidad ingente de detalles a todo tipo de escenas incluidas para que nos imaginemos de manera vívida su relato, hará que aún nos tiremos unas cuantas horas hasta que el arco pegue un vuelco y veamos hasta qué punto Rena se da cuenta de que las cosas no van bien y cómo decide arreglarlo todo de un modo atípico en el mundo real, pero completamente coherente dentro de Hinamizawa, donde cada verano se suceden las catástrofes de un modo u otro, de un tiempo a esta parte.

Habrá varias sorpresas que se sucederán y puesto que éste forma parte de los considerados arcos de respuestas, tendremos alguna para esas dudas que pudieran habernos surgido a lo largo de los primeros arcos. Para empezar sabremos por qué el vertedero es el lugar favorito de Rena. Conoceremos su pasado, antes de mudarse de vuelta a Hinamizawa, de donde ella considera que nunca debería haber salido. Pero sobre todo veremos lo confusa que puede estar ante los sucesos familiares acontecidos en los últimos tiempos. Al principio todo le venía demasiado grande por edad, luego ya como adolescente es capaz de entender mejor las cosas, pero le cuesta hacerles frente.

Rena siempre se nos ha presentado como una chica dulce y algo rara. Independiente en ocasiones, con fijación por la basura de donde rescata «tesoros» y enamorada de todo lo bonito, llegando al límite de cambiar palabras que grita sin mesura para enfatizar más el hecho de que pierde los papeles ante niñas pequeñas, vestiditos, peluches o cualquier cosa que se le antoje en el momento. En parte se trata de una broma recurrente a la que otros responden que no puede llevarse a otra persona porque ellos estaban primero; pero también le dicen que lo que ella pretende está mal, no vaya a ser que tenga serias intenciones de llevar a cabo tremenda locura.

Este arco protagonizado por ella nos viene muy bien para conocerla a fondo. Para saber hasta qué punto es importante para ella la familia. Cómo le afectó su mudanza de pequeña, cómo se sintió cuando cada vez veía menos a su madre o lo que se le pasó por la cabeza al ver que todo lo que ella valoraba parecía derrumbarse a su alrededor.

Al igual que en los anteriores capítulos no tenemos decisiones de ningún tipo, tan solo leeremos desde el principio hasta el final, parándonos si queremos en los extras metidos dentro de «tips» para profundizar aún más en lo que se cuenta. Dentro de esa zona tenemos documentos bastante interesantes, de modo que es mejor que después de cada episodio, cuando se desbloquean, dediquéis unos minutos a leerlos. Una vez finalizado todo, con la cortinilla de los acontecimientos finales tan unida a Higurashi, tenemos unas palabras finales del autor desbloqueadas desde el menú donde habla de lo que supone salir de un problema yéndose a extremos mentales severos. Asegura que llevaba mucho tiempo queriendo mostrar su opinión sobre el tema de las diferencias y similitudes entre suicidio y homicidio. 

Ahora bien, ¿merece la pena Tsumihoroboshi? Sin duda es necesario pararse a leer con detenimiento este arco si ya se ha comenzado el viaje por Hinamizawa. La evolución de Rena además queda muy bien reflejada ahora que ella es la protagonista. Incluso tenemos textos coloreados para mostrarnos su nivel de estrés, para que seamos conscientes de ello no solo a través del texto o de las imágenes que aparecen, sino también del color de las palabras que estamos leyendo.