(Análisis) Higurashi no naku koro ni kai

Tras la lluvia de incógnitas y de salvajes muertes y por si algún despistado todavía no entendía que si había reinicios en los arcos es precisamente porque comenzábamos en una nueva línea temporal en un mundo donde los universos pueden llegar a converger al menos en la memoria si uno se esfuerza lo suficiente, comienza Higurashi no naku koro ni Kai llevándonos precisamente al primer gran misterio reciente de antes de que apareciera el que parece ser el héroe que pueda arreglarlo todo. Con esto, queremos decir, que volvemos a dejar a Keiichi apartado para conocer mejor a Satoshi, el hermano de Satoko que desapareció en el anterior festival, antes del que tendrá lugar justo al final de la historia y que siempre ha estado presente en cada uno de los arcos presentados.

Con Meakashi-hen (目明し編) conoceremos mejor a Shion Sonozaki y de paso sabremos por qué no vive con Mion y hasta qué punto son diferentes estas dos gemelas en personalidad, por más que físicamente sean idénticas, ya que en cuanto hablan y empiezan a actuar no quedan dudas sobre cuál es cada una, aunque precisamente dentro del juego pretendan engañar (y lo consigan, cabe decir) a alguno de los personajes en algún arco.

 En Tsumihoroboshi-hen (罪滅し編) sin embargo descubrimos otra de las cosas que siempre nos habían tenido mosca porque se insistía en ello, y esta vez nos enteramos de por qué Rena vuelve a Hinamizawa tras haber estado viviendo en otro lado y nos enteramos también de por qué está tan psicológicamente inestable, aunque no tanto como se vio en algún otro arco donde la afección del virus de Hinamizawa se había apoderado más de otros que ya tenían unas visiones y unos momentos de esquizofrenia paranoide de libro.

El tercero de los arcos, Minagoroshi-hen (皆殺し編) ya nos muestra las pautas de lo que está por llegar y es ese «casi» se acaba y «casi» lo sabemos todo ya, pero que termina quedándose corto y dejándonos con ganas de un auténtico desenlace que llega ya con el último de los arcos, con Matsuribayashi-hen (祭囃し編) en el que incluso cambian las tornas y nos toca descifrar o leer por orden todo lo que tenemos en nuestras manos para crear lo que se conoce como el milagro, para poder combatir con todo lo que esté en nuestra mano al enemigo que siempre nos ha estado toreando y romper así el bucle infinito en el que hemos estado durante años, en escenarios parecidos a los vistos en la novela, casi clavados y de los que se cuentan matices sueltos a modo de recuerdo de lo vivido por los dos únicos personajes capaces de recordar claramente que están viviendo prácticamente lo mismo una y otra vez y que todo acaba siempre mal.

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