(Análisis) Hyperdimension Neptunia Victory

Tras el éxito de los anteriores juegos de la saga Neptunia, las compañías Idea Factory y Compile Heart han vuelto a la carga con un tercer juego, Hyperdimension Neptunia Victory, que nuevamente nos presenta nuevos personajes dentro de una historia llena de cameos y referencias dentro del mundo del videojuego, nuevas posibilidades y un sistema de combates casi clavado al de Hyperdimension Neptunia MK2 que mejoraba sustancialmente lo visto en el primero. También se nota que sus colaboraciones con otras compañías para incluir personajes y escenarios están con más fuerza que nunca y que se han ido fijando en cómo hacen los rpg otros, especialmente Gust (saga atelier) de quien han tomado elementos para mejorar todo lo que es crear objetos y, además, por primera vez han incluido la posibilidad de saltar dentro de las mazmorras, dándonos así algunas nuevas posibilidades de exploración y atajo.

A pesar de las guerras de consolas y de territorios por conseguir ser más populares que las demás, este videojuego que nos llegará el próximo día 15 (y que a la gente de UK y de América les llega una semana después) lo hará solo en PlayStation 3, al igual que los anteriores de esta humorística franquicia.

Salvando Gamindustri en dos dimensiones paralelas.

Después de que Neptune, diosa y consola principal de Planeptune salvara Gamindustri en dos ocasiones (en Hyperdimension Neptunia y en Hyperdimension Neptunia Mk2) junto con las deidades personificadas de las consolas de otros territorios que, a pesar de la rivalidad y de querer ser las que mejor funcionen no piensan en destruir a ninguna de las otras y hasta son amigas, vemos como al inicio de Hyperdimension Neptunia Victory están todas haciendo el vago, durmiendo, jugando a videojuegos de todo tipo en multijugador y comiendo muchos dulces, razón por la cual, al estar tan dejadas, han descendido sus niveles y les toca comenzar de cero en cuanto ven que quizás deberían prepararse para una nueva posible amenaza del enemigo y, precisamente, al poco la protagonista termina viajando a otra dimensión y a otra época temporal en la que todo es distinto a como ella lo conoce y que aunque al principio es de la década de los 80, el tiempo volará y muy pronto llegará a nuestros días, dejando de lado la Famicom (NES) y la Megadrive en un cajón con todo el retro, o conectadas a una tele de tubo.

Hyperdimension Neptunia Victory es el tercero de la saga, como hemos comentado, y aunque es aconsejable haber jugado a los anteriores para saber ya por dónde van los tiros y cómo se mezclan los momentos de visual novel con los de dungeon crawler, aparte de para conocer ya las marcadas personalidades de los personajes, tampoco es que sea estrictamente necesario para entender lo que sucede en éste, que puede tomarse como un capítulo suelto perfectamente y en el que además cuentan cosas que pasaron antes en los anteriores juegos para poner un poco al día a los nuevos -de una manera de lo más entretenida-, mientras que es de lo más autoparódico y chistoso para los que ya saben que Nepgear, la hermana pequeña (que parece mayor y es un hecho sobre el que hay muchas bromas) de Neptune era la protagonista de MK2 aunque no tenga madera de líder y después siempre quedase desbancada por la diosa de Planeptune.

A las continuas referencias en tono jocoso, que tan bien le sientan al juego, se unen conversaciones de lo más extrañas, dándoles siempre un toque de lo más particular y personal cada una de las partícipes, teniendo por ejemplo a Noire tan tsundere como siempre (a pesar de que en la nueva dimensión es otra Noire, porque las cara conocidas de Neptune y del público en realidad se corresponden con otras chicas en otro universo diferente con una vida distinta, aunque parecida), a Blanc con tan malas pulgas y a Vert tan aficionada al yaoi y con esa obsesión por los pechos grandes -de los que presume siempre que tiene ocasión-. Aparte, tenemos a una nueva diosa, a Iris Heart que al estar transformada se convierte en toda una dominatrix, una ama del sadomaso que asusta a cualquiera y que es justo todo lo contrario que en su apariencia normal de Plutia, diosa de Planeptune y que debería haber desaparecido tras Dreamcast de no ser por Neptune que, de algún modo, ha hecho que siga con vida.

Decíamos antes que los combates son similares a los de MK2, y así es, con un pequeño cambio, esta vez no tendremos AP para acumularlos y gastarlos en combate ni se nos regenerarán automáticamente los SP de una batalla para otra, salvo que subamos de nivel, en cuyo caso veremos cómo toda nuestra salud y puntos mágicos se reestablecen por completo.

Aun así, a pesar de no tener puntos AP. tenemos algo muy parecido, un límite que va creciendo y con el que configurar nuestros combos y ataques desde el menú principal, para después llevar a cabo diferentes estrategias contra los enemigos. Al igual que en MK2, nos acercaremos a estos y, dependiendo de nuestro alcance y el tipo de ataque utilizado (unido al arma y a las stats de nivel y de equipamiento variado equipado) les haremos un daño u otro, dependiendo también de si tienen la barrera a tope o si se la hemos roto, momento en el que tendríamos que aprovechar para «abusar» que es algo que precisamente disfruta Plutia con sus ataques de castigo cuando está transformada en Iris Heart.

A los ataques normales y las transformaciones en diosa se unen los ataques especiales que pueden ser simplemente de tipo mágico tirando de SP’s, de carga de EXE que nos permita un ataque extra tras terminar con nuestro combo (ataque que variará dependiendo del nivel de EXE y de lo que tengamos asignado con cada chica) o de fulminación de EXE que gastará los puntos de EXE que cueste dicho ataque y que, por lo general, es muy devastador y puede ser de una chica en solitario o ya en colaboración con otra que vaya cubriéndole las espaldas o con la que tenga una especial amistad. Dos apartados muy a tener en cuenta y que van ligados el uno con el otro, lo de estar en la línea trasera ayudando sin que se vean en el campo de batalla y lo de la amistad, pero que tampoco es nuevo y que ya os sonará a los que vengáis de MK2, aunque esta vez se ha mejorado y nos da más beneficios.

Todos los pequeños cambios y el sistema de combates están bastante bien y nos tendrán entretenidos a más no poder, especialmente entre conversación chorra y conversación chorra de las chicas que, para realmente hacerse amigas tendrán que ir juntas en pareja, dejando fuera a las que queramos que ganen puntos de afinidad en el llamado Lily Rank, para obtener así beneficios tales como tener más experiencia si ellas nos apoyan, inmunidad contra estados alterados y otras tantas cosas que pueden venirnos de maravillas. El que haya un montón de misiones extras (con armas y ataques legendarios) y hasta un coliseo con el que enfrentarnos a tantos enemigos opcionales bastante duros en ocasiones y con recompensas de lo más suculentas, también harán que los aficionados a los rpg estén enganchados al poder del moe, del fanservice y de los personajes estereotipados llevados al extremo para provocarnos risas continuas.

Pero no todo son virtudes en este juego, y es que si bien hay decenas de misiones secundarias, en la mayoría de ellas no se nos indica dónde debemos ir para llevarlas a cabo y cuando uno tiene una única mazmorra, no hay problema y va a tiro fijo, pero cuando tiene un buen montón en cada una de las regiones del mapa ya puede ser un quebradero de cabeza fino, de modo que lo más probable es que terminemos pasando bastante de ellas y de conseguir shares para cada territorio y, las que salgan bien, y las que no, ya se harán en el futuro, a riesgo de que los reviewers que valoran nuestro buen hacer nos casquen una mala nota, que es otra de las coñas internas del juego, la de analizar cómo lo has hecho en función a unas características como las misiones, las bajas ocasionadas o el daño efectuado.

Mientras que damos vueltas por ahí (continuamente, vaya), podremos mandar a personajes de la plaza que se hayan unido a nuestra causa, como mercenarios, para explorar mazmorras y traernos informes sobre cambios que haya en éstas, como que ahora tengamos más posibilidades de hacernos con objetos, que nos den menos experiencia o incluso encontrando sitios nuevos a los que ir o reclutando a amiguetes que quieran ser scouts también -que es como ellos se llaman- en ocasiones encontrarán también lugares a los que no podremos acceder «lost places» que hacen siempre referencia a videojuegos como por ejemplo Final Fantasy VII o Fire Emblem. Desconocemos si en el futuro habrá mazmorras extras de pago, pero en principio desde NISA nos han comentado que es solo para «que quede bonito en el mapa» y que no creen que vayan a servir para nada, aunque desde luego habrá DLC’s del juego con más personajes, trajes, etc.

Algo que nos ha cautivado por completo, y que no había en los anteriores títulos de esta saga es que ahora iremos ganando puntos extras dependiendo de lo que hagamos en el juego, cuando alcancemos unos mínimos requeridos. De este modo, dependiendo de quién sea nuestra líder, de si hacemos búsquedas en mazmorra, saltamos por ésta, luchamos en primera línea o segunda, recibimos daños, nos curamos, usamos magias, etc. iremos consiguiendo puntos que de otro modo no tendríamos, lo cual es una característica de lo más rolera y que tanto se asemeja a los juegos de interpretación con lápiz y papel, con dados o sin ellos, es decir, del rol de toda la vida en que se basan estos videojuegos de un modo bastante libre y atándonos por lo general de un modo que no podemos interpretar de todo un papel haciendo cualquier cosa que se nos ocurra.