En el momento en que se cruzan dos jugadores se produce un enfrentamiento. En él nos darán a elegir si regatear, utilizar una técnica secreta o rebasar (en caso de que tengamos el balón) o bloquear, utilizar una técnica secreta o hacer una segada (en caso de que defendamos).
Los jugadores tienen una barra de resistencia y una de energía. La de resistencia indica su nivel de cansancio. Hay que estar atentos dado que un portero cansado para mucho peor, al igual que un delantero cansado no tendrá tanta precisión en sus tiros. La barra de energía se gasta cuando utilizamos las espectaculares habilidades de nuestros jugadores.
Podemos asegurar que durante los primeros partidos el sistema resulta sumamente confuso, pero que cuando uno se adapta resulta intuitivo y nos permitirá hilvanar auténticas jugadas de libro, con pases al hueco, desmarques y centros.
Decir que durante el juego podremos ir reclutando jugadores, habiendo más de 1000 disponibles, aunque sólo podremos incorporar al equipo a un máximo de 100, por lo que será necesario decidir con cuidado a quién queremos incorporar.
Para el modo Online el juego nos propone hacer nuestro propio equipo para enfrentarnos hasta a cuatro amigos en local.
Los partidos por WiFi son inexistentes, limitando el servicio a intercambiar jugadores con gente de todo el mundo.
3 Respuestas a “(Análisis) Inazuma Eleven”