(Análisis) Kingdom Hearts 3D [Dream Drop Distance]

Los mundos son bastante buenos y no andan escasos de enemigos, además tienen un diseño similar a lo visto en cualquier otro de la saga, sin nada que envidiar a las versiones de PS2, pero la escasez de estos (solo iremos a Ciudad de Paso, al mundo de Fantasía, al de Los tres mosqueteros, al de Jorobado de Notre Damme, al de Tron, al de Pinocho y por último a Mundo Inexistente) hace que estemos en el juego en el que, por más que vayamos por dos caminos diferentes que están unidos (al jugar en paralelo con Sora y Riku cambiando entre ellos cuando pasa el tiempo establecido o forzándolo nosotros) se nos hará muy corto y es que en unas veinte horas, después de rehacer mundos para subir unos niveles añadidos para derrotar a los últimos jefes del juego (que nuevamente son demasiado poderosos con un salto de dificultad desde lo anterior hasta Mundo Inexistente de estos que marcan época o que llevan ya el sello de KH porque siempre ha sido así) lo tendremos más que acabado y estaremos viendo los últimos compases y probablemente babeándolo todo con la fuerza e intensidad que le han puesto para un final que prácticamente anuncia que todo se va a acabar prácticamente ya mismo y sobre todo si uno se ve el final secreto, elemento que ha habido también desde el primero de la serie.

8,5

Conclusiones:

Kingdom Hearts 3D es una continuación muy buena de los anteriores. Argumentalmente sorprende con los nuevos giros y con cómo queda todo el escenario preparado para la gran batalla final entre la Organización y los portadores de la Llave-Espada, pero tarda hasta que empieza a pasar algo y todo el asunto de los mundos dormidos no es más que relleno para tener una excusa más no demasiado currada antes de meternos en lo interesante y además los dream eaters son un poco inútiles como compañeros de fatigas y no haremos más que echar de menos a Donald y Goofy, a quienes no había que acariciarles detrás de las orejas ni hacerles que pegaran saltos explotando burbujas de jabón.

Gráficamente es probablemente el mejor juego de 3DS con un 3D que no cansa nada y que, como suele ser habitual, se disfruta mucho más para las escenas de vídeo en las que se nota un enorme mimo, especialmente en el opening que toma justo momentos de lo más emocionantes vistos hasta la fecha mientras Mickey dirige todo como un director de orquesta con un nuevo tema musical de Utada Hikaru que aunque esté muy bien, no es Hikari que no llega a sonar ni una sola vez.

Las voces son las de siempre, en inglés, con los actores originales de los personajes Disney que aparecen y eso es de agradecer, aunque al mismo tiempo sigue sorprendiendo que Square-Enix haya optado por no traer los textos traducidos a nuestro idioma cuando los seis anteriores de la saga habían llegado todos en perfecto castellano. No obstante, el juego es el que es y no se lo tenemos en cuenta en el análisis más que para que lo sepáis a modo informativo.

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