El juego está completamente traducido y con doblaje en castellano. Su historia es entretenida y apta para todos los públicos, de hecho podría considerarse algo infantil.
Kirby tendrá que mudarse a un piso y allí congeniará con el casero, al que hará varios favores para que haga más pisos y termine teniendo un bloque enorme, pudiendo nosotros de ese modo conocer a nuevos vecinos a los que amueblar su casa para que nos desafíen a realizar un montón de misiones extras; eso sí, los muebles se consiguen en las pantallas normales si somos capaces de localizarlos, del mismo modo que muchos de ellos están dentro de niveles ocultos o que necesitan de una serie de logros para que se conviertan en jugables.
En cada una de las fases, además de buscar, si queremos, los objetos extras, tendremos que hacer acopio de cuantas más gemas mejor, ya que luego al final de las mismas hay una ruleta con mayor porcentaje de bonificación según lo bien que lo hayamos hecho y, también, se nos otorgará una medalla como recompensa por superar cada nivel; siendo éstas de bronce, plata u oro.
Además, cada uno de los mundos estará custodiado por un jefe final de zona, al que habrá que derrotar para seguir adelante, siendo por ejemplo el del primero de los mundos un dragón con muy mala uva, que después de hacer los ataques se fatiga por un momento, que nosotros aprovecharemos para tirarle del botón de la garganta, hasta que termine descosido.
Una respuesta a “(Análisis) Kirby’s Epic Yarn”