Minijuegos.
Por si nos cansamos de ir vagando para derrotar al Titiritero o simplemente como recompensa por hacer bien ciertos niveles y conseguir las llaves ocultas, accederemos a minijuegos de cuando en cuando donde hay cosas de todo tipo, desde disparar a marcianitos hasta pegar saltos sin parar para llegar a lo más alto o colocar fichas de tetris de modo que consigamos subir metros y más metros sin que se nos caigan las piezas, por lo que tendremos que currarnos una buena construcción.
En cualquier caso, los minijuegos son cosillas cortas para pasar ratos esporádicos y que suelen centrarse en trastear con la consola girada con apenas botones o tirando directamente de táctiles y o movimientos de portátil.
Crea, comparte, disfruta.
Ya lo hemos dicho antes, y aparte era evidente que se seguiría con el eslógan de «crea, comparte, disrfruta», ya que para muchos, Little Big Planet es precisamente tener creaciones y mostrárselas a los demás o curiosear qué tipo de niveles hacen los demás y con lo bonito que luce y el repertorio de sonidos, dan bastantes ganas de llevarse la Vita por ahí con unos auriculares y pasarse un nivel tras otro y más ahora que podemos descargarlos para jugarlos en cualquier momento aunque no tengamos internet después y que hasta se pueden hacer vínculos de nivel para enlazar fases.
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Conclusiones:
Little Big Planet PS Vita es un juego fresco, con muchas posibilidades y una enorme comunidad detrás capaz de hacer maravillas con el editor de niveles, por lo que uno puede tirarse una larga temporada con el juego metido en la consola y jugándolo a ratos sin llegar a repetir nunca -si no quiere- ni una sola pantalla. Y para quien no quiera jugar solo, está la opción de hacerlo acompañado para ayudarse entre varios o echarse unas risas con la torpeza propia o ajena.
Un título como éste le viene muy bien a la portátil de Sony para hacer tiempo a que llegue más artillería pesada, no lo dudéis, Sackboy ha vuelto con fuerza.
4 Respuestas a “(Análisis) Little Big Planet PS Vita”