(Análisis) Lollipop Chainsaw

Una motosierra muy especial.

Lollipop Chainsaw es un hack & slash en el que nuestra sexy animadora irá rebanando cabezas, desmembrando cuerpos de zombis y además irá acompañada de su novio… o de lo que queda de él, no dudando en hacer buen uso de su cabeza al usar una de las tantas transformaciones o expansiones de su amada motosierra con la que iba cargada cada día a clase, por lo que pueda pasar. Y es que la motosierra de nuestra jovencita es muy singular y podría decirse que vale para todo. Con ella podremos tener un teléfono y recibir llamadas a lo largo de nuestro periplo, tener un arma de fuego y tantas otras cosas, que lo mejor es que lo descubráis por vosotros mismos.

Aunque la motosierra de nuestra rubia tenga tantas funciones, la principal es -como no podía ser menos- la de cortar y desde luego aquí no tenemos a un vasco talando árboles sin encenderla, sino a una muchachita mucho más burra todavía que ha sido capaz de utilizar las enseñanzas de su maestro de artes marciales para unirlas a la gran pasión de su vida que es la de ser animadora, de modo que mezclará los pompones con los rebanamientos como quien toma tostadas con el café; con la misma naturalidad.

En un juego de acción como este, siempre son necesarios los combos, ya que si estuviéramos todo el rato haciendo un puño-patada, habríamos retrocedido un montón de años en el tiempo y probablemente nos aburriríamos, además de que ahora mismo es inconcebible. De modo que os decimos que nadie debe asustarse, ya que contaremos con una buena variedad de golpes diferentes y esquives, y la mayoría de estos se tienen que comprar en la tienda, por lo que tenemos que currárnoslo bastante e incluso rejugar fases si queremos tenerlo absolutamente todo.

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