(Análisis) Metal Gear Rising: Revengeance

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El polémico Metal Gear Rising: Revengeance, creado por Platinum Games y del que el equipo de Kojima cedió el testigo hace tiempo, ya está entre nosotros. Este juego de acción protagonizado por Raiden es un episodio suelto en la saga y puede jugarlo cualquiera que no esté ni familiriarizado con ella, así como los más fans, pero contando siempre con que es una historia completamente extra de un spin off de Xbox 360 y PS3 hecho simplemente para gozar de la espectacularidad de batallas y escenas cinematográficas, a lo película de acción hollywoodiense sin chicha ni limoná en argumento, pero con muchos efectos especiales por un tubo.

Lo que uno se imagina al ver a Raiden con su katana capaz de cortar bidones, columnas de edificios y hasta carros blindados, es que habrá acción a raudales, y en eso nadie se equivoca. Con la técnica ninja mejoraremos nuestra velocidad y tendremos alguna que otra técnica diferente que si no pulsamos sobre ese botón de instinto ninja, pero aun así todo está bastante limitado con un uso algo complejo y lioso en el que puede que resulte muy fácil atacar a enemigos estúpidos que ni se mueven, pero en cuanto veamos que no hay manera alguna de esquivar y que lo que toca es rechazar presionando justo en el momento adecuado con el ataque suave contra el enemigo en cuestión, veremos el gran fallo que supone el no haber incluido esquives que para empezar daban más opciones en combate y, para seguir, a muchos no se les ataría a realmente utilizar solo ese botón de ataque sin cambiar más que lo justo a otros para asegurarse de no recibir por todos lados y avanzar, aunque de un modo lento.

metal-gear-rising-revengence-raidenLa historia es un despropósito en sí misma y además de no tener ni pies ni cabeza, nos ha llegado con una traducción de chiste; la mitad de los diálogos no se entienden si no sabes inglés e incluso alemán, y ya no solo por las faltas de ortografía, sintaxis, morfología o coherencia, sino porque hay varias frases que están sin subtitular ni siquiera. No son pocas las quejas sobre este apartado tan chapucero de traducción y, desde luego, para tenerlo así, mejor hubiera sido con subtítulos en inglés y fuera.

Aun teniendo una historia que desde luego no nos atrapará en absoluto, como decíamos, sus escenas de acción son increíbles y de lo más impactantes, además los QTE estarán a la orden del día para que de ese modo seamos capaces de experimentar y realizar acciones que de otro modo nos resultarían imposibles.

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