(Análisis) Neverdead

Aparte de eso, los escenarios, si bien son variados, muestran un preocupante problema de dientes de sierra en las distancias cortas (y todos sabemos de sobra que es ahí donde los mapeados y las colonias para hombre se la juegan). Tanto que a lo largo del juego tendremos la sensación de estar visitando una serrería. Por si fuera poco, gran parte de ellos explotarán extrañamente (al más puro estilo “película de Michael Bay”, donde hasta una piedra golpeando un cristal es capaz de provocar un hongo nuclear) desmembrando a nuestro personaje como detallaremos más adelante.

 

No os dejéis engañar por las bonitas imágenes. Este juego es satanás en binario.

 

Sonido.

Posiblemente sea el mejor punto y aspecto del esperpento. Gracias, sin duda, a la contribución de Megadeth a la banda sonora. Sus guitarras le dan un ritmo frenético al título, ritmo que el propio gameplay es incapaz de mantener. Eso nos provocará en más de una ocasión una sensación de nerviosismo y de ansiedad al ser incapaces de representar en pantalla lo que nuestros oídos nos marcan que hagamos.

 

Y pensar que mi madre me amenazaba con tirarme la zapatilla...

 

Aparte de eso, los efectos sonoros son bastante escasos. Sonidos metálicos, pisadas, disparos, algún que otro derrumbamiento, sonido de pústulas al explotar… nada que no hubiésemos visto en los 90 en cualquier película de Sam Raimi.

 Jugabilidad.

Con la iglesia hemos topado. Varios gigas de espacio en el disco duro, refrescos, un par de pizzas y el teléfono para avisar de que no nos hemos muerto. Vale, empecemos.

El personaje progresa invirtiendo puntos al igual que en otros tantos juegos del género. Esto nos permite aumentar nuestra resistencia a ser desmembrados, añadir combos a los golpes de espada, mejorar las armas a distancia… sin embargo dadas las limitadas bondades del juego en el cuerpo a cuerpo, pronto nos veremos dedicando la mayoría de nuestros puntos a la resistencia y las armas de fuego.

El control del personaje es brusco, y su sistema de combate es incómodo y poco intuitivo. La lucha cuerpo a cuerpo con la espada se realiza con el stick derecho, pero serán contadas las ocasiones en las que tendremos la oportunidad de explayarnos con ella. Además, las pocas veces en las que queramos hacerlo, la cámara nos hará arrepentirnos por haber tenido siquiera la remota idea de imitar a Sakamoto Ryoma.

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