Aparte, un perro es necesario de manera obligatoria si uno quiere tener fondos monetarios y avanzar en su vida como cuidador personal. Es más, incluso al comenzar la partida, no se da opción a quedarse con un gato como primera opción y toca elegir una raza de perros de entre nueve diferentes, que varían en función de cuál de las tres versiones de Nintendogs + Cats hayas elegido comprarte. No obstante, según avanzamos, iremos desbloqueando también las razas de los otros cartuchos, pudiendo tener así las 27 totales.
En gatos, puesto que son casi elementos decorativos y poco importantes para este simulador, tan sólo hay tres tipos diferentes y son los mismos para cualquiera de las versiones, por lo que no hay opción a desbloquear por ejemplo Bosques de Noruega, Maine Coon o cualquier otra raza que pueda se os pueda ocurrir.
Lo que se puede hacer en este juego.
Son varias las opciones que se dan en este título en cuanto a lo que uno puede hacer respecto a sus mascotas. No sólo se trata de darles a sus animales mimos, comida y bebida, también se les pueden comprar diferentes accesorios y juguetes e incluso amoldar la casa de otra manera para tener un entorno más alegre o luminoso, e incluso se pueden poner hasta cuatro muebles -uno en cada esquina- para que nuestros animales tengan una camita o un rincón con un pequeño tiovivo.
Aun así, a diferencia del anterior título, es menos divertido, porque en lugar de añadirse posibilidades y caminos, se ha recortado, simplificado y optado por cambiar contenido que ya estaba bien tal cual fue creado por vez primera, y esto os lo explicaremos a continuación en el apartado de concursos y en el de paseos.
Una respuesta a “(Análisis) Nintendogs + Cats”