(Análisis) Pac-Man Championship Edition DX

Si hay algo especialmente divertido en Pac-Man Championship Edition DX son sus combos.

En esta ocasión nos perseguirán cada vez más y más fantasmas, pareciendo incluso que tengamos a una serpiente del juego Snake a nuestra espalda que va creciendo sin parar, ya que cada vez que rocemos un fantasma inactivo en pantalla, como esa hilera de enemigos sigue todos nuestros pasos -salvo en momentos en que alguno se sale de la fila para procurar que dejemos de avanzar y caigamos en sus garras- esos fantasmas que antes estaban quietecitos sin preocuparse en nosotros, se unirán a la, cada vez más larga, cola de enemigos.

Cuando nos traguemos una píldora especial de las que hacen que seamos nosotros los temidos, podremos comernos a muchísimos fantasmas, llegando a varias decenas si los hubiera por la pantalla y haciendo que así nuestros puntos crezcan también mucho de golpe.

Distintos modos de juego

Este nuevo comecocos se divide en varios campeonatos con diferentes nombres, habiendo en cada uno de ellos laberintos variados entre sí con una serie de pruebas que nos mantendrán horas enganchados a los mandos.

Nos encontraremos con que tenemos que hacer el máximo de puntos posibles en un tiempo determinado como pueden ser cinco minutos o diez, con pruebas cortas en las que tendremos que limpiar los lados izquierdo y derecho para tomar tantas frutas como se nos ordene sin que nos pasemos del límite marcado por un cronómetro y también tendremos que hacer combos de fantasmas lo más grandes posibles en otra de las pruebas para que, todo en conjunto, nos dé una buena puntuación global marcada con letras de la A a la E de manera alfabética y siendo la primera de ellas la mejor valorada.

Una respuesta a “(Análisis) Pac-Man Championship Edition DX”

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.