(Análisis) RAGE

Proyecto Edén

Un meteorito llamado Apophis ha caído en la tierra arrasando todo a su paso, pero antes un grupo de voluntarios se ofrecieron a participar el el Proyecto Edén, donde los criogenizan en un arca bajo tierra con el fín de que puedan salvar la especie humana en el futuro.

106 años después del impacto, nos ponemos en la piel de uno de los voluntarios, que despierta viendo que es el único superviviente del arca 437, y sin saber qué nos depara el exterior donde pensamos que todos han muerto, pero luego descubrimos que no solo hay mutantes a raíz del meteorito, sino que todavía hay supervivientes que se organizan en tribus o clanes luchando a sangre fría por los territorios del lugar.

Así pues nos encontramos en el Yermo, lugar principal de la historia, donde no todo consistirá en ir disparando a todo lo que se mueva, sino que todo se centra más en la exploración y la acción, convirtiéndolo en un título donde podremos interactuar con los personajes, hacer las misiones que queramos y tener un gran surtido de armas a nuestro alcance.

Podemos hacer las misiones principales o secundarias, ir con nuestro vehículo a participar en carreras o simplemente explorar el territorio. Y es que RAGE nos permite elegir como queremos hacer las cosas, si bien no es ningun RPG, ni tampoco pretende serlo, este tipo de añadidos enriquecen mucho la jugabilidad. El uso de los vehículos no es algo secundario, ya que los necesitaremos para movernos allá donde queramos ir.

La campaña principal dura unas 15 horas aproximadamente, y si queremos hacer todas las misiones secundarias aún durará más. En conjunto es un juego que apuesta más por la acción que por la innovación, incluyendo una buena inteligencia artificial para los enemigos y reacciones para los disparos, llegando los enemigos a cojear o incluso a arrastrarse por el suelo para huir dependiendo de donde les disparemos.

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