(Análisis) Resistance: Burning Skies

Los juegos portátiles de sagas de renombre en sobremesa siempre han sido poco agraciadas tanto en cuanto a conexión con el argumento principal como por su calidad. En Vita ya hemos visto excepciones como Uncharted: El Abismo de Oro, y ahora le ha tocado el turno a la saga Resistance de Imsomniac, pero lo que prometía ser un título a la altura de los principales ha acabado siendo una muestra de cómo superar la anterior entrega portátil (Resistance Retribution para PSP), pero quedarse a medias a la hora de alcanzar a sus hermanas mayores.

Desarrollado por Nihilistic Software, nos sitúa tras lo ocurrido en Resistance: Fall of Man para PS3, en un año 1951 donde las quimeras han empezado a invadir los Estados Unidos de América. Así nos ponemos en la piel de un bombero de Nueva York llamado Tom Riley, que luchará para proteger a la ciudad de los ataques quimera.
Aunque el argumento podría haber dado mucho de sí, es una historia muy simple, con ningún momento memorable, personajes sin carisma, y lo que es más importante, un modo campaña muy corto para lo que suelen dar de sí los Resistance numerados.

La rejugabilidad de la campaña solo se basa en recoger los documentos esparcidos por los diferentes niveles (algo ya visto en toda la saga), mejorar tus armas con unos artefactos cúbicos que al igual que los documentos están esparcidos por todo el mapa, o rejugarlo en la mayor dificultad, y decir sobre esto ultimo que se nota bastante que la dificultad en sí que debería tener ha bajado mucho el listón respecto a los de PS3.

Las capacidades táctiles de las que disponemos no varían mucho a las vistas en Unit 13 o Uncharted, tocar el icono de granada para lanzarlas, o hacer líneas específicas en la pantalla para utilizar la función secundaria de cada arma, como el escudo del perforador o la ballesta incorporada en la escopeta. Y como en los anteriores juegos citados, no molesta su uso y hacen el juego más intuitivo y fácil de manejar.

Después de salir de una campaña bastante agria, solo nos queda el modo multijugador, que al igual que la campaña, podría haber sido pero no fue. Las partidas que tenemos son las típicas en este tipo de juego, batalla por equipos o todos contra todos y un modo supervivencia, y sería interesante de no saber que el máximo de personas permitida en una misma partida son solamente 8.

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