(Análisis) Saint Seiya: Batalla por el Santuario

Los caballeros del Zodiaco, la mítica serie de animación japonesa que tantos seguidores tiene en España, debutó en la consolas de Sony con dos juegos de lucha 1 Vs 1. Uno abarcando la saga del santuario y otro la saga de Hades en PlayStation 2. Después de tantos años sin volver a saber de los caballeros en una consola, vuelve en exclusiva para PlayStation 3 de la mano de los mismos creadores que los de PS2, Dimps, y distribuido por Namco Bandai.

Esta vez volvemos a recordar la saga más conocida de Saint Seiya, la del santuario, pero concretamente la lucha contra los caballeros de oro, en la que los caballeros de bronce tendrán que derrotarlos uno por uno para así salvar a Atenea.

Al contrario que los juegos de PS2, este tiene una jugabilidad estilo Musou, la cual ya se ha visto en otros juegos de esta generación como Bleach: Soul Resurreccion y Fist of the North Star: Ken’s Rage, y que consiste básicamente en machacar los botones para derribar a hordas de enemigos.

Saint Seiya: Batalla por el Santuario tiene 2 modos principales: Historia y Misión. En el primero empezamos con el santuario, el cual siempre consiste en fase normal con fase de jefe, intercalando en las fases normales mini-jefes como son los caballeros negros, Cassios o Misty. Hay que decir que el modo de contarlo todo está muy bien logrado, intercalando vídeos in-game y conversaciones entre los personajes mientras se está luchando en cada fase. Una vez terminado el capítulo principal, se nos desbloquearán unos cuantos capítulos más que acompañan al del Santuario, como por ejemplo lo que pasó 13 años atrás o qué hacían otros personajes como Shaina o Marin mientras los caballeros de bronce luchaban.

El modo misión se divide en dos ramas, un jugador y cooperativo. En el primero nos encontramos con lo que el juego llama «circuitos», los cuales son un conjunto de fases normales y fases de jefe ya vistas en el modo historia pero ordenadas de todas las maneras posibles, así pues, hay circuitos donde solo hay fases normales, otros donde solo se lucha contra jefes e incluso algunos donde se lucha contra los caballeros de bronce. La dificultad de estos va aumentando conforme vamos completando los circuitos, las dificultades son: Fácil; Normal; Difícil; Bronce; Plata y Oro. Aquí es donde podremos manejar tanto a los caballeros de bronce, a los de oro, y a Shaina y Marin.

En cuanto al cooperativo, el sistema de juego para dos jugadores está muy bien implementado, pero tiene un gran punto negativo, el hecho de que para este modo solo haya 5 circuitos, que se completan en media hora fácilmente.

La banda sonora se compone tanto de los temas que estuvieron presentes en los juegos de PlayStation 2, como de la banda sonora original para las cinemáticas, haciendo un total de 80 temas, una cifra nada desdeñable y más teniendo en cuenta el acierto de incluir melodías originales del anime.

En esencia, es otro Musou más inspirado en un anime, con un modo historia fiel, buena banda sonora y unos gráficos que si bien no destacan demasiado, son muchísimo mejores que los de sus anteriores juegos. Por contra, decir que una vez has completado el modo principal, no queda mucho más que ver, ya que el modo misión son las mismas fases del santuario pero de mil formas distintas, con lo cual puede llegar a hacerse repetitivo completar los circuitos, esto sumado a un paupérrimo modo cooperativo y que en lo técnico algunas veces deja mucho que desear, sobretodo los las caídas de frames que suele tener cuando derribas muchos enemigos o destrozas muchos pilares a la vez.

Saint Seiya: Batalla por el Santuario llegará a nuestro pais traducido al castellano y con voces japonesas el 16 de Marzo en tres ediciones: normal, especial y limitada.