El género de las visual novel cada vez va teniendo más tirón y aceptación en occidente. Lo decíamos en nuestro análisis de Ultimate Boob Wars, pero es que el hecho de que nos lleguen incluso fandiscs, continuaciones o spin-offs de entregas normales o incluso títulos de gran fama, tan solo hace que veamos cómo, poco a poco, se va normalizando el género.
Recientemente, de la mano de Jast USA, nos ha llegado Shiny Days (シャイニーデイズ), un juego con una historia alternativa a la mostrada en School Days (スクールデイズ) con la que comparte personajes, pero que cronológicamente iría antes si no fuera porque en realidad, de sucederse los hechos de aquí tal y como se relatan, no tendría sentido el triángulo amoroso de Sekai y Kotonoha tal y como lo conocemos. Ahora, eso sí, esas dos chicas tienen un papel secundario y las que antes eran prácticamente espectadoras en todo el asunto de Makoto Itou (el robacorazones del juego), ahora son las que se pelean por él, aunque quien lleva la batuta es Setsuna Kiyoura, una heroína con todas las de la ley que sabrá enfrentarse a sus miedos, a las provocaciones y hasta a los muchos problemas que puede acarrearle ese chico del que se enamora y que no es ni será el yerno que alguien quisiera tener en su vida.
40 posibles finales.
Shiny Days tiene una cantidad de contenido enorme, contando con diversas rutas y 40 finales diferentes, de manera que podemos ver historias completamente diferentes dentro de esta misma visual novel, tomando como punto de partida que estamos durante el periodo de vacaciones de verano y que Sekai, como tiene paperas, le pide a su mejor amiga (Setsuna) que la sustituya en el restaurante en el que ella trabaja a tiempo parcial, el famosísimo Radish, que está pegado a la playa en un barrio con bastante actividad. Para acceder a las distintas rutas y, con ello, a los finales, tendremos que ir tomando decisiones en diferentes momentos, algunas parecen cosas sin importancia, pero todas, por pequeñas que sean, cambian el curso de la historia aunque sea de un modo ligero y, al contrario de lo que suele ser la norma en este tipo de juegos de citas conversacionales, nosotros no seremos el chico, es decir, no decidiremos todo desde el personaje del chico ni tampoco veremos todos sus pensamientos ni todo lo que él haga, sino que muchas cosas son ajenas a él, y decidiremos cosas sin que esté presente o desde la principal heroína, Setsuna.
Al igual que pasa en School Days, y ya que es algo en realidad característico ya de la saga, en lugar de tener imágenes estáticas con alguna pequeña animación, lo que tenemos es un anime interactivo totalmente doblado con sus opening y ending para cada episodio y en el que tenemos que tomar las decisiones rápidamente porque si no es así, el juego determinará lo que le parezca para no romper el ritmo y que acción continúe. Esto hace que Shiny Days sea mucho más bonito e interesante gráficamente y también que nos metamos aún más en su historia entre la gran variedad de caminos bien enlazados y su modo de película que podemos pausar y avanzar o retroceder a nuestro antojo como si tuviéramos el mando del reproductor del DVD a nuestro alcance con cualquier otra película puesta.
Shiny Days es una historia de comedia, drama y romance en la que hay guiños a sucesos de School Days y no podemos dejar de sonreír cuando por ejemplo se le dice a Kotonoha que ese tal Makoto sería su tipo y que debería hablar con él, pero la cosa no se queda ahí, sino que hay una invitado muy especial, Sonico, la mascota de Nitroplus, desarrolladora de juegos como Saya no Uta, analizado en esta web y que también nos ha llegado desde Jast USA.
Como curiosidad, cabe decir que Shiny Days en realidad es un remake de Summer Days, que cuenta con más contenido y que por eso es el que ha llegado aquí. Los cambios no son solo de ampliación de la historia, sino que también hay más imágenes e incluso podemos escoger con qué traje (de entre dos) veremos a Setsuna y a sus compañeras de trabajo en el Radish como camareras aunque, independientemente de la elección, serán bastante picantes, aunque también populares entre las chicas, que los consideran muy monos y que es una de las razones por las que muchas deseen trabajar en ese local tan de moda y que tan buena fama tiene por sus tés y tartas.
El juego, aunque no sea un aluvión de escenas pornográficas, tiene su dosis de hentai, siempre por requerimientos de la historia y para fortalecer la personalidad de Makoto Itou, un adolescente con unas ganas locas de satisfacer sus deseos y que una vez que abre la caja de pandora (que consigue estrenarse) ya no hay vuelta atrás y será capaz de cualquier cosa. El saborear por primera vez a alguien del sexo femenino hará que se disparen en él los instintos más primitivos, por lo que habrá unas cuantas escenas en distintas rutas y finales, en las que veremos, sin ningún tipo de censura, algunas cosas que pueden ser más light o más fuertes, pero en las que ese héroe desde luego no dejará a nadie indiferente con su manera de ser y actuar una vez que arroje toda su timidez inicial.
8,5
Conclusiones:
Shiny Days es una visual novel de citas que no se parece demasiado en su forma ni en su fondo a la mayoría de las que salen al mercado, bien por su historia llena de giros inesperados y con un personaje masculino atípico y canalla, o por la manera en que se nos presenta como una serie de ovas a animación en las que sólo podemos darle a pausa si queremos guardar nuestros progresos o irnos de la pantalla un momento, ya que las decisiones se tomarán solas si no nos damos prisa en ser partícipes de ellas para intentar buscar un camino u otro, hasta completar los 40 finales, para ver todas las posibles
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