[Análisis] Sol Divide – Sword of Darkness

Recuperando otro de los arcade clásicos de Psikyo, la compañía Zerodiv (Gunbird, Zero Gunner 2) nos brinda en esta ocasión Sol Divide – Sword of Darkness (Sol Divide de ahora en adelante) para Nintendo Switch. Podemos encontrarlo únicamente en la eShop, por lo que una vez más, los fans del retro y/o de los matamarcianos nos vemos obligados a tirar de lo digital. Este título se publicó en 1997 para PlayStation y es bastante peculiar ya que no es un shooter sin más, sino que también podemos atacar cuerpo a cuerpo en un curioso beat’em up cuando se nos acerquen demasiado los enemigos o consideremos que nos iría mejor así que disparando a distancia.

La historia, como suele ser habitual en los shmup, es tan solo una excusa de fondo para que vayamos fase por fase masacrando enemigos. Algo tan típico como el despertar de unos cuantos demonios que quieren conquistar el mundo y que tienen la legendaria espada Sol Divide no le va a quitar el sueño a nadie; menos si tenemos en cuenta que podemos pasarnos el juego (ergo hacernos con la espada que da el nombre al juego) en bastante menos de una hora con el personaje que hayamos elegido para tal fin. Bueno, eso si somos algo hábiles, ya que Sol Divide es bastante exigente y sus enemigos, sobre todo los jefes, pueden ser bastante duros.

El juego es japonés, pero su ambientación es completamente occidental, al menos en cuanto a entornos y enemigos se refiere. Tendremos castillos medievales de fondo y nos enfrentaremos a dragones y grifos, por citar algunos ejemplos.

Con un aspecto completamente retro, con sprites de personajes en primera plana sobre fondos planos y con música pegadiza nos adentraremos en ese mundo de fantasía donde seres mitológicos, demonios y magia conviven, aunque no precisamente en armonía pues, como decíamos, quieren sembrar el caos y, por ello, tendremos que escoger a uno de los tres héroes disponibles para evitar que lleven a cabo su propósito.

En Sol Divide podemos arriesgarnos más que en otros muchos shooter, pero eso no significa que debamos ir sin ningún tipo de cuidado ya que los errores se pagan. No perderemos una vida instantáneamente con cada golpe, ya que en realidad tenemos una barra de vida y no moriremos hasta no agotarla por completo, por lo que podremos jugárnosla más a la hora de esquivar los ataques o incluso ser más agresivos que lo que seríamos por ejemplo en un juego donde la precisión es vital, como por ejemplo cualquier Bullet Hell. Que tengamos una vida en lugar de varias y que esta vaya fraccionada, seguiría siendo lo mismo, en otro formado; ahora bien, la cosa cambia bastante porque, con bastante frecuencia, podemos recoger porciones de vida para regenerar un poco de lo que hayamos perdido e incluso en ocasiones se incrementará recogiendo otro objeto de los que sueltan los monstruos al morir. No podían faltar tampoco los «power up» para golpear más fuerte e incluso tenemos distintos poderes adicionales al disparo sencillo y al ataque cuerpo a cuerpo, que funcionan simplemente presionando un botón tras seleccionar el que queramos usar en caso de tener varios cargados. Estos poderes van desde tirar fuego, rayos, viento o hielo hasta echarle una magia de lentitud al personaje o incluso un hechizo de muerte. Cabe decir que. ya que teníamos tres héroes para escoger (Kashon, Tyora y Vorg), no será únicamente su aspecto lo diferente entre ellos, pues también luchan de manera distinta y cuentan con una magia única asignada (Fénix para Kashon, Invocación para Tyora y Pesadilla para Vorg).

Sol Divide, es por tanto, un juego de disparos con acción básica, en el que tenemos a los personajes flotando, siempre visibles, a lo largo de un movimiento en scroll lateral. La amalgama de monstruos es bastante variada, aunque hay menos variedad con los jefes.

Sencillo de controlar, pero difícil de dominar. Sus pocos botones de orden fija evitarán que debamos aprendernos secuencias o pulsar varios a la vez para una orden diferente, pero eso no significa que no vayamos a caer ante los ataques rivales como no seamos muy precisos. Si lo deseamos, podemos optar por trastear con las opciones como preámbulo a la partida para modificar el número de veces que podemos continuar sin comenzar de cero o incluso ponérnoslo más fácil hasta que nos hayamos aprendido mejor qué enemigos hay en cada pantalla y cómo vemos que se comportan, es decir, qué patrones de ataque detectamos. Aconsejamos no ir a lo loco porque, incluso aunque podamos continuar la partida, no lo haremos desde el mismo punto en el que estábamos, sino desde el inicio de nivel sin ningún tipo de mejora y cuando vayamos bien avanzados habrá muchos jefes bastante duros a los que es mejor no tomarse a risa.

7

Conclusiones:

Sol Divide es un juego curioso, un shooter arcade con momentos de acción donde golpeamos cuerpo a cuerpo (con limitaciones por ser con un solo botón) a los enemigos. Su punto fuerte es el extenso abanico de poderes, de lo más útiles y de los que no podemos abusar al tener que cargarlos de nuevo para que no sea simplemente un destello de luces sin currarnos el progreso. Jugando a dobles es mucho más divertido y, al tratarse de un port directo del clásico, tendremos que hacerlo junto con un amigo de manera local.

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