(Análisis) Solatorobo

Cyberconnect 2 nació creando un juego de PlayStation muy atípico y original, Tail Concerto y ahora, 13 años más tarde nos ha llegado su secuela espiritual para Nintendo DS, Solatorobo.

Sin embargo, la compañía tuvo planes en su día de lanzar una auténtica secuela de Tail Concerto y crear el universo Little Tail Bronx que hubiera tenido como segundo juego de la misma uno llamado Mamoru-kun, protagonizado por un personaje con ese mismo nombre, y que tuvo que cancelarse debido a las bajas ventas de Tail Concerto.Guardando cierto parecido con el sistema de juego y con personajes que aparecen a modo de cameo para hacer sonreír de nostalgia y ternura a aquellos que en su día disfrutaron del primer hijo de Hiroshi Matsuyama, Solatorobo nos traslada a País Bucólico para ir haciendo misiones por diferentes ciudades y emplazamiento con Red the Hunter, su cánido protagonista que va siempre acompañado de una felineka que dice ser su hermana.

La historia está dividida en capítulos breves y de hecho el juego no es largo en demasía, vamos que su duración no es de millones de hora en su modo historia, aunque sí tiene varias misiones secundarias, e incluso descargables, y el modo de carreras para alargarle la vida tanto como uno desee.

2 Respuestas a “(Análisis) Solatorobo”

  1. Os doy la razón en que es algo repetitivo, pero no sé… tiene una magia que hacía tiempo que no veía en ningún anime o videojuego, aquella época en la que el anime llenaba las televisiones de media España a las 2 y a las 6 de la tarde… Qué días aquellos…

    1. Es muy bonito y se le nota el mimo de Hiroshi Matsuyama, pero precisamente por ser suyo tendría que ofrecer una historia con más chicha, ya que todo es simplemente hacer recados casi iguales uno tras otro (a lo Final Fantasy Tactics) y cuando uno cree que variará en algo, no lo hace.

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